Por Charlie Trooper
Foto: Obaito / Carlos Miranda
Después de un día cargado de rock alternativo, el cierre de este festival tuvo como genero predominante el ska, en el cual se deslumbraba a los ‘chuntaros’ de El Gran Silencio, Los Victorios, Panteón Rococó y Los De Abajo.
Por lo cual desde el inicio se notó la influencia que se presentaría este domingo, con bandas que abrieron como Las Líneas de Doña Tere o Ideología Vigente, que lograron prender los ánimos de los presentes en el Pepsi Center. Ambas bandas con una interesante propuesta, hicieron bailar al público, que se mostraba más amenizado y con mayor entrada que el día anterior.


Así fue donde también bandas de otros géneros como Los Fontana, que mostraron un estilo gitano, mantuvieron el gran ambiente que se vivía en el escenario, así mismo pasó la banda ADA (Amantes de lo Ajeno) que con un estilo más urbano, con tintes de blues, lograron agradar a un público difícil, que ya esperaba a las grandes bandas que presentaba el cartel ese día.
Siguiendo a las bandas antes mencionadas, llego Motor, líderados por Manuel Suárez ex Guillotina e integrantes de otras bandas como Emilio & The Celtics, llenando el lugar de hard rock, aunque no tuvieron mucha suerte con la gente. Algo similar pasó con Estirpe desde España, que a pesar de los esfuerzos y presencia en el entarimado el público no los recibió de forma grata, por lo cual no lograron congeniar con el público y cumplieron su tiempo en el escenario sin pena ni gloria. Aquí queda la reflexión ya sabida de mucho tiempo, si hay muchas bandas fiesteras de ska, no metas otros géneros ya que su público no es receptivo, solo quieren bailar y cantar, esto ya ha sido comprado infinidad de veces.
Como traídos de la época de las cavernas por sus disfraces de cavernícolas, Los Victorios volvieron a hacer bailar a todos con gran ánimo y temas obligados del Salón Victoria (cuando Héctor ‘Chino’ Carrrillo era su vocalista) como “La Noche Estaba Puesta”, “A Tu Lado” y “Si tu Boquita Fuera”.


Para seguir el ambiente, continuó La Tremenda Korte, con 18 años de carrera y canciones como “Y La Recuerdo”, “Ni Un Paso Atrás” y “Tanto Amor Me Marea”, lograron la euforia del público, causando que Manueloko se bajara del escenario para cantar con ellos.
Seguía el escenario con sobredosis de metales y fiesta siendo Los de Abajo, los encargados de no bajar el ritmo y así fue que interpretaron “Skapate”, “Labios Rojos” y “Pobre de Ti” entre otras, las encargadas de hacer recordar viejos tiempos e incluso hacer mención no muy afortunada del Yo Soy 132.
Desde las cenizas de La Maldita Vecindad se integraron Los Malditos Cocodrilos cantando “Somos Malditos”, “No Quiero Escuchar” y “México Sabroso “donde mezclaban el estilo maldito con mucho reggae y ska puro. Desde Monterrey empezaban a llegar dos de las cartas fuertes, Inspector con Big Javi en las voces no esperó mucho y entonaron “Es por ti”, “Amargo el Adiós” y “Me estoy enamorando”, a pesar de lograr buen ánimo su duración dentro del escenario fue corta, en especial si muchos iban a verlos y las expectativas era más de lo que dieron.
El turno siguiente fue para el Panteón Rococó, que a ritmo de “Que Comiencen las Hostilidades”, inmediatamente hubo conexión con el público, que coreó y bailó sus éxitos “La Dosis Perfecta” y “Alégrame el Alma”, que hizo levantar suspiros entre las mujeres.


Con todo esto iniciaba el ocaso de este festival, que solo el restaban tres bandas, las cuales eran ya muy esperadas por el público, que había aguantado mucho baile y slam. Era momento de recibir tal vez, a los más esperados por todos, los regios de El Gran Silencio, el cual con su éxito recordado “Duerme Soñando”, regresaban a un escenario del D.F. como siempre lo hacen, con fuerza, experimentos sonoros y éxito rotundo, teniendo colaboraciones arriba del escenario de Los Victorios, Los Malditos Cocodrilos, Inspector y Panteón Rococó. Las obligadas “Chuntaro Style” o “Déjenme Si Estoy Lllorando”, dedicada al fallecido baterista de Nana Pancha, así como “Cumbia Lunera”.
Llegaba el momento de cerrar el festival y quedaban dos bandas icónicas del rock mexicano, La Casta y Cuca, los cuales ambos ya eran esperados por el público que había disminuido, fueron muy fieles a estas bandas que no decepcionaron aunque sus setlist no son los mejores para un fan y si para quienes solo ‘medio’ los conocen.
La Casta con “Cenit” como su estandarte y siguiendo sus 25 años de vida, festejaron con el público que canto todo su repertorio; y con QK fue similar, debido a que con sus éxitos y la gran presencia que le da su vocalista José Fors siguieron reventando el escenario, con las ya escuchadas hasta el cansancio “Son del Dolor” y “La Balada” culminaron con este festival, que a pesar de diversas fallas y el ánimo del público, logro cerrar esta edición.















