No se puede afirmar con exactitud que Serbia es la banda de rock más joven del país, pero son quienes mejor futuro proyectan dentro de la resurrección del rock al norte de México, lugar caracterizado por brindarle a la escena un centenar de proyectos musicales en la época noventera.
La falta de apoyo y el auge que la Ciudad de México mostró en cuanto a bandas de interminables géneros acabaron con la “avanzada regia” -nombrada así por un locutor chilango-. Hasta principios de 2013 volvieron con nuevo material agrupaciones como Panda, Jumbo, Pato Machete, Fermín IV, Inspector, entre otras, pero nada joven, fresco y vanguardista, ¿por qué?
La respuesta parece tenerla en sus manos un cuarteto integrado por Eduardo Vásquez (bajo), Daniel Vásquez (batería), Ernesto Ortiz (Guitarra y voz) y Andrés del Cid (guitarra líder) que desde 2009 trabajaron en su elepé debut titulado Fantasmas.
Los integrantes no rebasan los 18 años, probablemente alguno no ha cumplido la mayoría de edad. Siento que la pregunta les avergonzaría, nada más lo imagino. Su mirada refleja el miedo a las entrevistas, a salir de su estado, a enfrentarse al mundo real. Todos tartamudean al hablar y piensan mucho las cosas antes de pronunciar alguna estupidez que los evidencie. El acné delata su reciente evolución a la juventud y la voz ronca que intenta proyectar temprana madurez me hacen pensar que yo sólo tengo cuatro años más que ellos; seguro me veo igual o peor, pues por lo menos tienen caras bonitas.
En palabras de la agrupación, el primer acercamiento se dio en la School Of Rock de Nuevo León, un colegio que pretende entrenar a la juventud en música. Una de las actividades que ofrece el lugar es el acercamiento con músicos profesionales y con una carrera llena de éxitos como Flip Tamez (Jumbo), quien les echó un ojo por vez primera y los jaló a su estudio.
ADOLESCENCIA PERDIDA
Desde la secundaria estos músicos decidieron dedicarse a las artes en su tiempo libre después de la escuela, pero al poco tiempo se convirtió en un hábito, una rutina, una pasión y un sustento. “Ensayábamos, y lo hacemos todavía, 5 o 6 días a la semana encerrados en el estudio o nuestras casas. Nos perdemos muchas fiestas, salidas, reuniones, partidos y ahora hasta borracheras, pero preferimos dedicarnos a la banda, sentir que hacemos algo de provecho”, declararon.
“Además nos ayuda a ser más organizados y no desequilibrar nuestra vida. Es decir, nuestros papás nos dicen que contamos con todo su apoyo siempre y cuando sigamos en la escuela, saquemos buenas calificaciones, nos comportemos y no la caguemos. Eso es un plus, te permite no salirte de tu lugar, estar siempre concentrado”, aseguró Eduardo.
“¿Y no sienten que desperdician su adolescencia? Probablemente después sean muy viejos para hacer todo lo que ahora se están perdiendo”, pregunté.
“Creo que no es lo mío despertar bien borracho sin saber lo que hice, o estar con todas las mujeres del mundo. Disfruto de mi vida, me gusta viajar para promocionar lo que estoy haciendo y, sobre todo, es genial que la gente de tu edad, tus vecinos, tus compañeros, te admiren y digan que tu música está bien chida. Es gratificante”, respondió Ernesto.
“Encerrarme cada sábado a ensayar con estos tres que son parte mi familia ahora, es muy divertido y me gusta, es lo que quiero hacer toda mi vida y seguro que habrá tiempo de más, pero si ahora dejamos ir la oportunidad de dedicarnos por siempre a la música, nos arrepentiremos”, concluyó Daniel.
“Nosotros abrimos un concierto de Pxndx y fuimos al SXSW Festival en Austin, Texas. Yo pregunto ¿quién está perdiendo su vida, nosotros haciendo lo que amamos o ellos según siendo felices sin hacer nada?”, Sentenció Andrés, el más callado de la agrupación.
REALIDAD ALTERNA
En Monterrey la escena musical alternativa fue aniquilada luego de que todas las disqueras se mudaran a la Ciudad de México comenzaran a impulsar bandas capitalinas. De pronto Control Machete, División Minúscula, El Gran Silencio, entre otros, eran demasiado viejos para la nueva generación, sonaban muy mexicanos, no cantaban en inglés, no tocaban lo de moda o no eran Dj`s.
Esto poco importó a los integrantes de Serbia, quienes pese a vivir en uno de los estados fronterizos, decidieron comenzar una banda de música en español con raíces en la generación que rompió esquemas en los 90. “No hay mucha iniciativa en los jóvenes como nosotros, todo lo que tocan va de acuerdo a lo establecido y mejor decidimos hacer algo diferente, aunque tenga la influencia del rock regio antaño”, dijeron.
“También nos toca ver a muchas bandas que se van por el folk, el pop, el reggae y otras vertientes que nada tienen que ver con el rock. Lo más cercano que hay ahora es el resurgimiento de Jumbo, se mantienen activos. Cuando nos escuchas por primera vez a nosotros, queremos que lo primero que venga a tu mente sea el rock n roll, el poder, que te hierva la sangre con las baterías violentas y las guitarras a todo lo que da”, afirmó Daniel con ilusión en los ojos y creyendo con fidelidad su propio discurso.
Sin embargo, las ganas no resultan suficientes cuando las puertas se cierran para cualquier agrupación que intenta transgredir las normas de lo políticamente correcto. “No hay muchos lugares para tocar, eso sí. Nuestra historia ha sido tocar puertas y tocar hasta en las albercas de los jardines de nuestros amigos. Si no hay dónde, creas los lugares, abres los espacios e invitas a tus amigos, familia, vecinos y quien quiera”, decía Ernesto, antes de ser interrumpido por su compañero Eduardo…
“una vez tocamos en una fiesta infantil para morrillos de 9 a 11 años, nosotros en medio de los juegos inflables y los chavitos bien alocados escuchando nuestra música sin saber qué hacer, saltando y gritando nada más”.
Esta anécdota demuestra que la pasión es mucho más que cualquier cosa. La pasión manda, diría un comercial de cerveza. Cuando se tienen las ganas, pero no los medios es fácil rendirse, tirar la toalla y decir ‘No puedo’, pero lo que Serbia hace con pequeñas acciones es cambiar el rumbo de la música rock en lo alto del mapa mexicano.
“No es nada fácil tener una banda en Monterrey. Tu piensas que es tan fácil como tener una disquera y que te apoye alguien de tanta importancia como Flip Tamez, pero no, ni así te invitan a tocadas, tienes que estarlas buscando y encontrar un buen mánager que no te haga tranzas”, declaró Daniel.
“Nosotros aprendimos por las malas. Creímos que ser rockstar era lo mejor, ya sabes: tocar, enfiestar, sacar discos, pero estábamos muy equivocados y la realidad alterna que nos topamos nos sacó de onda”, complementó Andrés.
“¿Y cómo lidian ustedes con tantos altibajos siendo tan jóvenes?”, les cuestioné.
“Es cuestión de trabajo, de tener la pasión y una meta clara, firme, que no se te mueva nunca”, dijo, en voz baja y siempre tímido, Andrés.
La meta que ellos se fijaron desde el primer día de grabación, fue no ceder, ser siempre ellos en alma, esencia, ideología y rock n roll. “No queremos ser una banda de imagen, queremos ser una banda que escuchen por sus canciones, por sus ritmos, por sus ondas, nunca por ser unas caras bonitas. Incluso salir con máscaras y que les siga gustando”, aseguraron.
“Nuestra ambición es agarrar el rock en español y desarrollarlo, crecerlo, enseñarlo, no sentirnos avergonzados de lo que tocamos. A veces, cuando escuchamos que alguien desprecia la música por no estar en inglés, nos sentimos mal de que la gente no consuma nada en su propio idioma, que no chinguen”, siguieron.
“Cuando fuimos a tocar a Texas, estábamos en una carpa con bandas chicas y latinas. Todos cantábamos en español. Había mucho migrante, mucho mexicano, pero la mayoría de las personas eran de ahí, de Austin y otros más de todo américa latina y cantaron nuestras canciones, las disfrutaron, aplaudieron, pidieron más y luego nos buscaron para felicitarnos y extendernos diversas ofertas para tocar, es increíble y decepcionante que allá aprecien más tu trabajo que los compatriotas mexicanos, que las disqueras nacionales o que los productores de acá”, concluyó Daniel.
“¿Y qué hay de las canciones, por qué la gente querría escuchar lo que tienen que decir unos chavos que apenas aprenden a vivir?”
“Lo sabemos y estamos conscientes de ello. Ahorita, la neta, no podemos escribir nada más de lo que sabemos. Canciones al amor, a la novia que te dejó, a tus papás que los odias, a la escuela cuando no quieres ir, etcétera. No podemos componer sobre política, sobre socialismo… Sin embargo, no sabemos que pasará más adelante, seguro vamos a madurar, cambiaremos nuestra idea, aprenderemos cosas y escribiremos de temas diferentes. No me parece que deban juzgarnos por las letras”, dijo Ernesto.
Los planes de Serbia con grandes, presentarán su disco próximamente, quieren que las cinco canciones debut sean sencillos y comenzarán a tocar fuera de Monterrey para proyectar su música en otros estados antes de arrancar la composición de su segunda placa, quizá la primer larga duración.
“Serbia es familia, es vida, es amor, es pasión. Cuando escuchen a Serbia, escucharán a cuatro músicos que les gusta su profesión y disfrutar lo que eligieron para la vida. No es música plástica, reciclada, ni mandada hacer a la medida, pero sí es rock n roll”, finalizaron.