Con un Flea pintado de colores saltando por el escenario, Chad Smith en su overol blanco y Josh Klinghoffer totalmente de negro saldrían los Red Hot Chili Peppers al escenario con un poderoso jam entre los tres músicos, una enorme pantalla en forma de medio circulo adornaría el fondo y llegaría dando saltos y uniéndose al intro con su baile especial, Anthony Kiedis, en esta ocasión “Can’t Stop” sería con la cual empezarían este show desde Lollapalooza 2016.
Un pequeño solo de Smith en su batería y las tres pantallas gigantes se adornarían con su presencia, “Dani California” y “Scar Tissue”, la cual terminó con una sobredosis de distorsión por parte de Klinghoffer. Saludos a Chicago por parte de Kiedis, quien esperaba la orden de Flea y Smith, el bajo sonaría incesante para la nueva “Dark Necessities” seguidas de uno de sus sencillos de Stadium Arcadium, “Snow (Hey Ho)”. “Look Around” y un jam más, pasan los años y demuestran que siguen gozando improvisar, sentir cada nota y muchos de ellos llenos de funk.
Una vez más, otro clásico de la que podríamos considerar nueva era de los RHCP por su estilo de composición y éxito a partir del álbum Californication, “Otherside” pondría a todos a cantar bajo el ritmo semilento de la canción, haciendo un cambio radical, llegaría el poderoso “Blood, Sugar, Sex, Magik” de 1991, luciendo mucho mejor la voz del también apodado ‘Swan’ que en canciones más lentas.
Otra nueva de su reciente The Getaway, “Go Robot” y sí, otro pequeño juego de cuerdas entre el australiano del bajo y el californiano de las seis cuerdas, todo esto para dar paso a “Californication”, lo cual resulta un poco extraño que sus intervenciones entre canciones sean bastante movidas y la selección de temas bajen el ritmo, claro, son para cantar a todo pulmón.
“Parallel Universe”, “The Getaway” y después, el momento de Klinghoffer en las voces con el cover a Jane’s Addiction “I Would For You”, sí canta igual de bien que Frusuciante y -léelo con el sarcasmo correspondiente- para llegar a la oda que escribiera Kiedis as sus problemas y muchos, con la heroína en “Under The Bridge”. Cantándola sobre un monitor y abajo una mujer de cabello rosa, que como buen dato curioso y que ha estado presente durante el festival en las presentaciones estelares, haciendo miles de señas, esto para la gente sorda que ve la transmisión en vivo, muy bien por los organizadores.
Una vez más, Flea dando la orden y su bajo comandando la canción, ahora “By The Way” y por fin vemos el descontrol absoluto en el australiano, corriendo por todos lados como si tuviera un ataque de adrenalina.
Con esto terminaría la primera parte de su show entre gritos, aplausos pero claro, sin la frase ‘otra, otra’, simplemente gritos al azar de la gente. Sabíamos que vendría más, ya que los técnicos no dejaban de afinar los instrumentos.
Regresarían como dictan los cánones de las bandas dignas de llamarse ‘headliners’ y Chad Smith prendería a la gente con su poderosa batería, a lo que le seguiría la guitarra con mucha distorsión e irían bajando poco a poco el ritmo para tocar “Goodbye Angels”. “Give It Away” daría el adiós a la jornada de sábado en Lollapalooza con el mensaje de ‘estemos conectados, todos tenemos que estarlo madres, padres, hijos siempre estén conectados’.
Un concierto donde aprovecharon para mostrar nuevas canciones, tocar muchas más para hacer del lugar un karaoke masivo y tres del BSSM para no hacer rabiar a los fans de vieja escuela.