Finalmente el pasado 18 de noviembre salió a la luz el EP que Lamb Of God había estado anunciando y como previo, hace un mes aproximadamente, la banda publicó en su página oficial un video explicando la historia detrás del misterioso lanzamiento.
Comenzando por el título, The Duke trae implícito un gran peso, sinceramente y aunque tal vez no tenga nada que ver, el fallecido “Duque Blanco” (David Bowie) de inmediato cruzó por mi mente, asociándolo de inmediato con la nostalgia y melancolía que continuaron suspendidas en el aire hasta que dicho título nobiliario se conectó con un tema mucho más fuerte: la muerte y una despedida.
Pues, bien el EP se grabó como tributo hacia Wayne Ford, un joven fan de Lamb Of God que se convirtió en un amigo muy cercano de Randy y quien desafortunadamente perdió la lucha contra el cáncer a principios de 2015. Se podría decir que después de lo sucedido con Ford, con la muerte de otro colega del grupo en 2008 y la batalla que Nergal (Behemoth) enfrentó con la misma enfermedad, la banda se vio tan afectada y marcada que se involucraron de lleno en fundaciones como Leukemia and Lymphoma Society y Be The Match, siendo ésa la principal razón para que The Duke existiera.
Parte de las ganancias recaudadas de este disco irán directamente a un fondo para ambas fundaciones. También guitarras, lyrics y copias en vinil autografiadas por los músicos ya están a la venta para apoyar la causa, además de que Blythe donó la placa que obtuvo por el álbum Ashes of The Wake.
Una vez explicado el contexto que enmarca al EP podemos pasar al punto que nos intriga del disco ¿A qué suena “El Duque”? En general y al estar conformado únicamente por cinco temas, la mayor parte del tiempo continúan sobre la línea marcada de groove metal, excepto tal vez por una de las canciones más importantes.
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La atmósfera y vibra que transmite “The Duke” desde su inicio son rastros de tristeza y dolor pero al mismo tiempo es capaz de inspirar fuerza para estrellarse con la cruda realidad. Es aquí en donde escucharemos por primera vez en la carrera de Lamb Of God a Randy Blythe cantar con voz limpia. A su vez se integran acordes pausados, un tanto experimentales y solos que acaparan la parte media del track. El coro es muy poderoso con respecto al significado de la letra porque incluye palabras y frases que Wayne solía decir al vocalista dentro de sus tantas charlas. Al prestar atención, se cuela entre los versos un escalofrío que eriza la piel, mientras que la voz melódica de Randy, sus letras deprimentes y las distorsiones crean algunos elementos de hard rock noventero. Algo nuevo para la banda.
La segunda canción que se desprende de The Duke es “Culling” con una onda más heavy y thrasher. Los tintes progresivos se hacen presentes trayendo consigo los habituales gritos y guturales del vocalista, la energía de éste tema fluye con la velocidad en la guitarra y batería similares al single “Blacken The Cursed Sun”, que mantiene corrientes de Sacrament y de Ashes Of The Wake, eso habla bastante bien de un tema que se terminó de grabar para el EP. “Culling” lo dice a gritos: ‘Tenemos Lamb Of God para rato’.
La parte final la completan tres tracks que se salen de su álbum VII Sturm Und Drang (2015), los tres fueron grabados en vivo, directo de festivales masivos: “Still Echoes” (live at Rock Am Ring 2015), “512” (live at Bonnaroo 2016) y “Engage The Fear Machine” (live at Bonnaroo 2016). Son piezas claves para levantar el disco gracias a la energía que transmiten por la conexión con el público donde nos contagian del mosh que se provocó en estas fechas y que nos transportan a sus pasados conciertos en México.
Es complicado separar la parte emocional de un proyecto de éste tipo, pero ya vimos que es posible ver a The Duke desde dos enfoques distintos, lo emotivo y el trabajo musical sin que ninguno se vea afectado. Es un material en donde ellos mismos pusieron a prueba su versatilidad como banda, demostrando de lo que pueden ser capaces al salir de su zona de confort en cuanto al sonido. Sin embargo, Lamb Of God supo manejar la incursión de temas tan ajenos entre sí; en primer lugar del top serían “512”,”Culling” por ser un nuevo tema y “The Duke” en tercer lugar, porque aunque es el pilar y cumple su cometido, la verdad no es la mejor canción del álbum.