Corre el año 2029, algo ha pasado en el mundo que los mutantes están casi extintos. Un viejo Logan recorre las calles en una limosina cuando es interceptado por alguien que cambiará su presente, pero antes deberá lidiar con una brigada que busca niños mutantes Made In Mexico (no sé si sea alegrarme o sentir pena, eso lo decidirán cuando vean la película). James no creé en la existencia de tales personajes hasta que su viejo amigo y maestro, Charles Xavier, le hace ver lo contrario, aunque para nuestro amigo de garras hechas de adamantium, ‘el mundo ya no es como antes’.
Rodeado de una atmosfera más sombría de lo acostumbrado en las anteriores entregas de Wolverine, el director James Mangold consigue capturar a un Logan cansado, lleno de estrés y con la manía de morir o matarse más latente que nunca. Así como lo vimos en el cómic base de la cinta, Old Man Logan.
La clasificación C está ganada, tal vez no a pulso, pero si tiene razón de ser; un poco de sangre por aquí y por allá, unos desmembramientos humanos, poquito de desnudos, lo suficiente para que en nuestro país pidan mayoría de edad, la cual la totalidad de los fanáticos de “Lobezno” agradecen, pues podrán disfrutar de la mejor cinta de Marvel realizada por FOX. Sí, superará en cuestión historia, realización y hasta fotografía al bien amado Deadpool.
Hugh Jackman cumple como el gran actor que es, le ha dado su toque personal al personaje y sabemos que lo extrañaremos. Sin embargo, se despide del papel que tanta fama y dinero le ha dado por cuestiones de salud (incluso la alegoría es muy bonita en la cinta), haciéndolo de la mejor manera, demostrando que “Guepardo” tiene su lado humano intacto al mantenerse unido con Charles y con X-23, la nueva integrante de la familia mutante, la cual curiosamente es muy parecida a Logan, baia baia. Por suerte, se llama Laura y no Martha (bien jugado).
Las demás actuaciones son buenas, Patrick Stewart sin fallar como lo ha hecho en la Saga de X-Men, y Dafne Keen tiene buenos momentos, pese a tener sólo una serie en su carrera como actriz (The Refugees). Boyd Holbrook cumple con su papel del villano Pearce y Stephen Merchant se luce interpretando a Caliban. En cuestión de historia, es lo más similar a lo que podrían vivir los mutantes si existieran en el mundo real. Te atrapa y mantiene en el filo de la butaca para que no pierdas detalle alguno.
Sí, tal vez lo más puristas no salgan del todo contentos, pero recuerden que del cómic al celuloide no siempre es la copia fiel, deben jugar con los sentimientos del espectador así como lo hacen con los libros que hacen película.
Lo único que me pregunto es ¿realmente tuvieron que pasar ocho filmes para entregar una obra digna de recordarse?, y ¿qué será de la saga X-Men sin Wolverine? Pues seamos sinceros, Jackman sacando garras de sus entre nudillos es quien mayor interés ha dado al mundo de los mutantes.