Ágora, la construcción de un nuevo Imperio

Imperio es el nuevo disco de Ágora. Nueve años pasaron desde la última grabación en el estudio que los mexicanos de metal progresivo entregaron a la escena, ¿qué sucedió en el intermedio?

Daniel, bajista del proyecto, reveló a Pólvora que no se trató de desidia, fue más bien, el tiempo que les llevó crear un producto que rebasara las expectativas de un simple objeto de consumo y entregar verdadero arte.

En ese contexto, la primicia de la banda para el armado del nuevo álbum fue crecer como músicos, compositores, artistas y como banda, lo que se traduce también en una evolución del sonido que los llevó a experimentar con géneros como el progresivo, el heavy metal, el thrash o el rock pesado, incluso una que otra balada.

“Siempre hemos sido una banda que no compone ni hace canciones por moda, por tendencia. A veces jameando es como salen canciones o también nos sentamos a platicar el sonido que nos gustaría escuchar o que nos falta por probar, pero siempre fieles a nuestro estilo”, nos contó Daniel, bajista de Agora, tras preguntarle la manera en que una rola es dotada de personalidad.

Esto también provoca que tengan un alcance mucho más grande de su trabajo dentro de la comunidad rocanrolera y metalera nacional e internacional. Explorar caminos que van a más allá de las expectativa de la gente, hacer un verdadero trabajo de introspección, siempre te dejará un mejor sabor de boca que contagiarás a quien lo escucha.

En un par de canciones participa, además, el tecladista Derek Sherinian, quien ha participado y colaborado en múltiples proyectos musicales o con personalidades del tamaño de del tamaño de Alice Cooper, Kiss o Dream Theater.

Una de las mejores experiencias, de acuerdo con Daniel, pues les dejó un aprendizaje bárbaro, además de ser la cereza en el pastel del sonido para el nuevo álbum. La colaboración fue finalmente como siempre soñaron que sonaría, pero siempre existe el miedo a que no cuajen del todo las ideas.

“Fue un gran agasajo y alegría cuando recibimos su respuesta, es una persona que solamente graba música sí le gusta la canción que va a grabar, le mandas tu trabajo y si no está de acuerdo, no lo graba. Se entiende, pues finalmente esa canción llevará su nombre, su firma”.

Pero el disco también destaca por lo interesante de sus líricas, repartidas en temas que van desde los zombies y hasta chidas lecciones de vida como “muerte por vida será por siempre la elección”. Esta parte del proceso creativo agoraniano (¿agorense?) se hace a detalle, sin dejar una sola palabra, frase o idea en el aire, pues no desean que su legado se vea manchado por un mensaje malinterpretado, pero más importante: prefieren llegarle a la gente con mensajes, por decirlo de alguna manera “buenos”.

“Claro, es algo importantísimo que debes tomar en cuenta. La gente te consume de muy diversas maneras y creo que tienes una gran responsabilidad, debes tener mucho cuidado en como manejas tu discurso para que no tengan cabida las malas interpretaciones. Siempre será subjetiva la lírica, pero sí eres conciso en el mensaje que mandas, eliminas o reduces esa malinterpretación, expresarte correctamente es para que la gente te entienda. Pasa exactamente igual que en lo musical, si te expresas correctamente, tu mensaje sonoro será bien recibido, en la lírica debe ser igual”

Y tampoco podemos dejar atrás la portada del álbum, realizada por el ilustrador mexicano Daniel Apango. En el arte principal pordemos notar un tono bélico con tintes de ciencia ficción en el que sus personajes principales atraviesan una batalla monumental en la personificación de androides. Bastante ad hoc a la temática del álbum.

Al respecto, Daniel opina que “falta mucha cultura gráfica” en la escena mexicana, pues al complementar tus canciones con una historia dibujada que a su vez resulta dotada de personalidad por la música, se convierte en una pieza invaluable para el público.

“Creo que cuando un proyecto artístico es bien presentado, la gente sí lo valora. Es independiente al tipo de consumo que tengas cuando esa barrera la sobrepasa el talento artístico, digo no es que me sienta un mesías en la música, pero intentamos ofrecer la mayor calidad posible dentro de nuestras manos. Por eso también nos tardamos tanto. El problema no es hacer música, el asunto es que te vamos a ofrecer un producto de muchísima calidad no solo en lo musical.

Cuando la gente lo tenga en las manos va a darse cuenta de lo que tiene en las manos. No es vender por vender, hay que ofrecer calidad artística. Falta mucho eso en estos días, que no sólo sea un producto de consumo, que también tenga cualidades artísticas como una portada de primer nivel. Lo hacía Pink Floyd, era gente que cada vez que escuchabas un disco, tenía detalles importantes. Nos hace falta una cultura gráfica no solo musical”

El disco ya está disponible por toda las plataformas digitales que te puedas imaginar y muy pronto será llevado en formato físico a las tiendas, pues el objeto disco es algo que Ágora no puede darse el lujo de olvidar en algún rincón.

“A fin de cuentas los rockeros siempre se han caracterizado por el producto físico. Lo vimos cuando anunciamos nuestros sencillos y lo del disco; la gente respondió que el disco físico para cuándo. Tan es así que dentro de nuestras miras está un vinilo, un acetato. La verdad es algo que el nicho siempre consumirá. Me gustaría pensar que llegue a pasar como en los libros, ¿te acuerdas cuando fue el boom de los libros digitales? Han pasado muchos años de eso y el PDF no sustituyó a los libros. Me queda claro que en los rockeros continuará el formato fisico, obviamente cambiará la forma en que lo vendes”.