Conecte con nosotros

Pólvora Live

The Smile en el Auditorio Nacional: superando todas las altas expectativas

Fue todo un deleite ver a The Smile llevarnos por un alucinante viaje lleno de atmósferas y texturas tan complejas como la naturaleza misma.

Avatar

Publicado

el

The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché

El lanzamiento de You Will Never Work In Television Again en enero de 2022, puso a The Smile en el centro de los reflectores pues era la primera probada de “A Light for Attracting Attention” y no era para menos pues este nuevo proyecto de Thom Yorke acompañado de Jonny Greenwood (guitarra, bajo, teclados) con el baterista de Sons of Kemet, Tom Skinner, fue producido nada más y nada menos que por el legendario Nigel Godrich, y es la promoción de este álbum lo que los trajo de nuevo a pisar suelo mexicano.

La fama pesa y más para una banda como Radiohead, que más allá de la idolatría ciega que le profesan sus seguidores ha logrado algo que muchos han intentado pero muy pocos han conseguido, desmarcarse de su propio éxito para explorar nuevos caminos sonoros sin quedarse en la mera “experimentación”, pero sobre todo sin perder el estatus de leyenda.

The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché
The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché

La primera de dos noches con The Smile

Noche calurosa de verano en la Ciudad de los Palacios, mediados de semana, sin gran promoción en medios y aparentemente sin mucha convocatoria pues no se ve en el transporte público ni en los alrededores a casi nadie con algo que indique que le gusta The Smile, solo en las afueras del Auditorio se empieza a notar la presencia de algunos que en cuestión de minutos se volvieron muchos, es el primero de dos conciertos de la gira, las expectativas son altas y la gente espera ansiosa la hora, programado para las 21:00 horas, con puntualidad inglesa y cada uno en el lugar correcto dio inicio a una gran noche.

Vaya forma de abrir un concierto, sin más preámbulo, se arrancaron con la poderosa “The Same”, primer pista del álbum que a pesar de su corta existencia, ya se incorporó a las favoritas del público, llamó la atención el espectáculo visual, de pantallas minimalistas y un acomodo de los instrumentos muy similar al de un estudio de grabación. Hasta ese momento todo indicaba que la tocada iba a ser algo tranquilo pero no, el público se estremeció cuando empezó “Thin Thing”, donde The Smile dio cátedra de sonido progresivo y demostró porque hasta David Gilmour considera a Yorke un digno heredero del legado Floydiano.

The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché
The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché

Seguido de “The Opposite” que al terminar Thom agradeció en español los aplausos, para seguirse de filo con “Speech Bubbles”, aquí disminuyó un poco la dosis de adrenalina que le estaban suministrando a su público, un tobogán de emociones provocado por los temas de su propuesta musical, pasando del caos a la introspección con un completo y total domino de sus instrumentos.

Y que mejor muestra que “A Hairdryer”, “White Flag” y “Colours Fly”, la cual nos hizo explotar  la cabeza por su clara influencia de Kraftwerk en el sonido, momento emotivo sobre todo por el saludo de Yorke al público. Con “We Don’t Know What Tomorrow Brings” entramos al inicio del cenit de la velada que se caracterizó por la fuerza la interpretación y su virtuosismo en la ejecución del todos los instrumentos

Con otra dosis doble con “Free In The Knowledge”, “Skirting In The Surface” (con guitarra acústica) que nos remite a “True Love Waits” y “Read The Room”; Yorke dejó el poder de su voz, llevando al público a éxtasis con el que cerraba de manera épica la primera parte del primer concierto, pero lo mejor estaba por venir.

The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché
The Smile en el Auditorio Nacional / Foto: Andre Dulché

Para tocar “Pana-Vision”, se colocó el piano al filo del escenario, dnado así una sensación de intimidad entre la banda y el público, luego sonó “The Smoke”, que con su sonido frenético hipnótico, mismo que fue aprovechado por Thom para sacar sus mejores pasos mientras se deleitaba en una soberbia ejecución del bajo.

Luego de ese remanso, el ánimo volvió a subir acompañado de poderosos riffs en “You Will Never Work In Televsion Again”, donde el prodigioso señor Greenwood sobresalió por la distorsión en su lira que por segundos nos remitió a “Creep”; cerrando el bloque con “Under Our Pillows”, abandonando el escenario en medio de la penumbra en lo que parecía el final.

Solo pasaron nos minutos, para que el Auditorio Nacional se volviera a estremecer con el regreso de The Smile, en medio del grito ensordecedor de “Jonny, Jonny” cuando regresó Greenwood, rematado por el de Thom cuando empezó “Open The Floodgates“, que una vez sentado frente al piano fue recibido por una gran ola de aplausos, los cuales agradeció con una gran sonrisa y enviando abrazos a mansalva.

Cierre épico pues posi lo anterior no fuera suficiente, agasajaron a la concurrencia con el estreno de una rola, ‘Esta canción es nueva, se llama “Friends Of A Friends”, pero no lo sé, pregúntenme en un par de semanas‘, dijo un agradecido Yorke antes tocarla. Otra de las gratas sorpresas del set list fue “Feeling Pulled Apart By Horses”, tema solista de Yorke que en manos de The Smile es mucho mejor sin duda una rareza de esas que solo los iniciados conocen y que por supuesto los fans de hueso colorado agradecieron.

Para terminar como se debe una noche como esta, tocó “Bending Hectic”, dándole un final digno, luego de una hora y cuarenta minutos en un viaje sonoro de 19 temas. The Smile se despidió del público, dieron las gracias por una noche tan especial y salieron uno por uno del escenario sin decir nada más. Aunque quizá nosotros tendríamos qué agradecerles por el concierto tan espectacular que dieron en el Auditorio Nacional, el cual de plano superó las altas expectativas que teníamos.

Al final las dudas se disiparon, los ídolos reafirmaron su estatus de leyenda y fue todo un deleite ver a Thom Yorke, Jonny Greenwood y Tom Skinner llevarnos por un alucinante viaje sonoro lleno de atmósferas y texturas tan complejas e intrincadas como la naturaleza misma de la humanidad.

Sibarita, irónico e irreverente, Comunicólogo de profesión, texto-servidor por accidente. Converso al “Indie” desde el 2009 después de vivir una experiencia místico-digital. Audiofilo de closet. Lector compulsivo de libros; amante del rock, el jazz, el cine, los cómics y la ópera. Otaku retirado y Japonfílico rehabilitado. Su alter-ego “starcat” a veces piensa por él.

Haga clic para comentar

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *