Entrevistas
Prayers: “no me gusta ponerle precio a las memorias”
Hablamos con Leafar Seyer, líder de la banda de cholo goth Prayers para conocer varias anécdotas en sus más de 10 años de carrera.
Prayers marcó el inicio de mi vida en los medios. Entre caguamas y frustraciones, la excéntrica idea de esta mezcla llamada cholo goth que explotó en 2014 gracias a un documental publicado por Vice, fue algo inspirador. Mejor dicho, siempre lo ha sido.
Desde entonces, siempre fantaseé y me preguntaba cómo sería asistir a uno de sus shows. El pensamiento más constante era “si están en San Diego, ¿qué les cuesta siquiera bajar a Tijuana?”. A lo lejos, solo veíamos sus logros, los nuevos éxitos, colaboraciones y ocasionalmente, las Cholo Nights dónde Dave Parley, antiguo integrante del otrora dúo, pinchaba hits de música oscura junto a los temas de SD Killwave y Young Gods.
Finalmente, la espera terminó el año pasado. Leafar Seyer, pseudónimo de Rafael Reyes, creador del proyecto encargado de trasgredir estilos diametralmente opuestos, pisó los escenarios nacionales. Comenzó un romance que dudo, se detenga pronto.
Previo a su regreso a la CDMX junto a Cypress Hill, tuve oportunidad de conversar con Leafar acerca de varias anécdotas que siempre consideré interesantes. Para mí, las sorpresas comenzaron siquiera cruzamos miradas.
“La vida es un sueño, la vida es difícil”
Esperaba mi turno para hablar con el tatuado cantante. De repente, salió junto a su camarada el Chino y un alto hombre rubio para tomarse fotos. Los compañeros terminaron su sesión y pasé a una habitación decorada con algunos muebles vintage, guitarras colgantes y stickers muy skaters. Leafar entró. “¡Hey, mi carnal, qué gusto verte!“, dijo al verme. Recordó que un año atrás, se metió en una llamada por Zoom que tuve cuando su esposa, Kat Von D, lanzó su debut solista. Fue como reencontrarse a un viejo amigo.
Nos sentamos en un cómodo sillón rojo. Él se estiro por completo, lucía cómodo. Meses atrás en el escenario del Circo Volador, lucía un rostro distinto, más preocupado por todo lo que ocurrió con el apartado técnico.
“Estaban fallando muchas cosas con la producción. No sé que pensaron, tal vez creían que el show ya se había acabado y desconectaron cosas. Salimos, lo arreglamos, pero algo cambió y ya no escuchaba el sonido. No me sentí enojado pero me sentí extrañado porque era mi primera vez cantando con mi gente.
Esta ocasión traje a mi equipo porque no quiero que vuelva a pasar lo del Circo. La última vez no vinieron porque estaban trabajando con alguien más.
Ese show en realidad no lo hice por plata, fue por amor. No es cómo que hubiera ganado mucho, solo fue para venir. Entonces no tenía para pagarle a todos. ¡Ellos no lo hacen gratis, es su trabajo! Pero esta vez cueste lo que cueste, traje a mi gente. Los visuales serán distintos en la forma que lo verán porque el encargado, conoce bien mi música. También me acompaña mi productor para que nada falle en el audio.
Aunque también lo que pasa en esta ocasión es que vengo de apoyo para Cypress Hill. Ellos serán los verdaderamente importantes pero a ver cómo lo logro para que sea el show que yo quiero y sino, pues regreso. Cuando abres a alguien no me gusta porque tienes el tiempo contado y con la gente encima. Igual será muy divertido, sé que irá público por mi y yo estoy por ellos, es un honor estar aquí en México“, añadió.
Leafar tomó un nostálgico suspiro y prosiguió:
“Yo pensé que jamás sería realidad venir aquí. En algún momento pensé en mudarme aquí pero… Toda mi familia está en Estados Unidos, mis padres están enterrados allá… He tenido mucha suerte de contar ya con mis papeles, no a todos se les facilita y veo a muchas familias separadas. La vida es un sueño, la vida es difícil“, referenció con una carcajada.
Por más de una década, Prayers se ha encargado de cumplir sus sueños. No cualquiera puede presumir un sencillo junto a una de sus bandas favoritas y esto le pasó a Leafar en 2017 con el lanzamiento de Cursed Be Thy Blessings, hecho junto a sus ídolos, los pioneros del dethrock, Christian Death.
“Siempre he sido fan de Christian Death y salió una entrevista en la que lo mencioné. Ellos se dieron cuenta de ello y digamos que ese fue el primer paso. Tiempo después fui a una fiesta de Vice y ahí estaba un muchacho llamado Kenny Ochoa. En el futuro, él se hizo mi manager. En aquel entonces Kenny trabajaba para Universal Music y hacía sesiones por su cuenta.
Él es mexicano criado en Los Ángeles y se acercó para decirme que es mi fan. Me dio mucha risa porque también en ese año, yo estaba trabajando con Travis Barker gracias a Young Gods y Kenny dijo ‘por qué estás grabando con él, tú eres mejor’. Le respondí que yo colaboro con la gente que me cae bien y Travis es una leyenda en lo que hace, me agrada mucho.
‘Yo sé que te gusta Christian Death… Yo soy amigo de ellos, ¿quieres conocerlos?’, me preguntó Kenny. Gracias a él nos conectamos todos y se volvieron mis amigos también, empezaron a ir a mi casa y en una de esas decidimos grabar una canción. Pero sin Kenny, quien además puso el dinero para que lo hiciéramos, no se habría logrado. Y tampoco lo hice por dinero, ¿sabes? Ellos son mis héroes. Para mi no todo es la plata, es parte de vivir, de crear recuerdos. A mi no me gusta ponerle precio a las memorias“, sentenció.
Precisamente, la gran oportunidad de Prayers se dio de la mano del baterista de Blink-182, quien les produjo Young Gods en 2015.
“Un compa mío que es un excelente fotógrafo, Estevan Oriol, le pasó mi contacto porque a Travis le estaba gustando nuestro trabajo y quería trabajar con Prayers. La vibra me cayó con él, fue una buena experiencia y sobre todo, aprendí demasiado de la industria. No es que no supiera que esto fuese un negocio pero él me abrió los ojos. Es divertido, claro, pero hay gente que depende de esto.
Para mí, la música no era mi forma de vivir, tampoco lo veía así. Yo tenía propiedades para rentar, casas, departamentos, un restaurante en San Diego. ¡Ve, tenía todo esto y seguía sin papeles! La música la veía como algo divertido, un desahogo. Gracias a Travis me puse las pilas”, reconoció.
Breves versículos de Prayers (del salmo de Leafar Seyer)
Cuando Leafar y Dave Parley lanzaron sus respectivos comunicados donde se deslindaron mutuamente, algo en mi se quebró. Ver esfumarse la hermandad que transmitían en cada videoclip, fue una de esas noticias que uno como fan, no esperaría nunca.
“No sé que pasó… Desde el principio fui un buen hermano y siempre le di todo, con honestidad y lealtad. Al último, todos somos responsables por nuestros actos”, dijo.
Hablamos por 20 minutos más del tema. Pero cómo si fuese el amigo con el que compartes juergas cada semana, Rafa me pidió que se quedara entre nosotros. Y así será. Sin embargo, dentro del mismo relato expresó varios pensamientos interesantes que merecen ser compartidos, sin ahondar más en la separación.
- El estilo adoptado por Dave Parley tiene su origen en el protagonista de El topo de Alejandro Jodorowsky.
- Leafar nunca haría un álbum completo junto a su esposa, Kat Von D. “No, porque somos artistas individuales y cuando es así, es difícil compartir una visión. Cada quien tiene su momento de inspiración e identidad. Una canción está bien pero un grupo, no”.
- “El dinero no me puede comprar”, fue el mensaje público compartido por Parley en su Instagram cuando anunció su separación de Prayers.
- “Todos tienen el derecho de hacer sus sueños realidad”.
- “¿Qué es el amor? El amor es cuando antepones a una persona por encima de ti”.
Prayers compartirá el escenario del Velódromo con Cypress Hill
El Cholo Goth sonará junto al “Loco de la Mente” en la Carpa Velódromo el 25 de febrero del 2023. Los boletos tienen un costo de $900 pesos en entrada general y si lo tuyo es el VIP en $1500, claro esto más cargos de servicio de la boletera que en este caso es Superboletos. Ya con cargos salen en $1,084 y $1,774 pesos respectivamente.
La Carpa Velódromo se ubica en la calle de Radamés Treviño en la colonia Jardín Balbuena, alcaldía Venustiano Carranza. Para llegar, la opción más sencilla es por el metro Velódromo (línea 9) pero en lugar de cruzar el habitual puente hacia el Palacio de los Deportes, sal por el lado izquierdo hacia Eje 3 Sur Añil. En la esquina de Añil y Radamés Treviño, da vuelta a la izquierda y llegarás.