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Macabro 22: Un Día Cualquiera, un juego de amistades peligrosas

En la competencia del Macabro 22 encontramos un entretenido thriller psicológico con Un Día Cualquiera donde las amistades no son lo que parecen

AJ Navarro

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En la competencia del Macabro 22 encontramos un entretenido thriller psicológico con Un Día Cualquiera donde las amistades no son lo que parecen
Un Día Cualquiera
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El director oriundo de Mérida, España, Jose Texeira, llegó al Macabro XXII con su más reciente filme, Un Día Cualquiera, que tuvo su estreno latinoamericano en México. La cinta juega con los roles de víctima y victimario, ofreciendo vueltas de tuerca, locura y un retorcido humor, todo en un relato que, para su realizador, aporta giros inesperados a través de una historia que juega con ciertas convenciones del género.

¿De que va Un Día Cualquiera?

A través de un thriller psicológico rodado enteramente en la zona de Extremadura, Texeira se centra en un grupo de amigos que visitan una casa rural con la idea de pasar un gran fin de semana en esta locación lejana y aparentemente tranquila. Sin embargo, lo que parece una escapada amistosa se torna en una noche perversa en la que todos donde descubren que nada es lo que parece, ni siquiera la amistad. 

El principal reto por parte del realizador fue centrar la narrativa en una sola locación: el salón de una casa. Es ahí donde la atmósfera de tensión se va desarrollando, primero a fuego lento, hasta que la llegada de un visitante inesperado desata toda la locura. Uno de los logros de esta cinta es que conserva justamente ese dinamismo entre los protagonistas sin dejar de crear la sensación de amenaza que se cierne entre ellos, en medio de una incertidumbre constante donde el aislamiento total les juega en contra. 

Mila Villalba, Ariane Gaisán, Agus Carreño y Alberto Trejo se ríen detrás de cámaras de la tensa Un Día Cualquiera.
Mila Villalba, Ariane Gaisán, Agus Carreño y Alberto Trejo se ríen detrás de cámaras de la tensa Un Día Cualquiera.

Asimismo, este ‘terror español’ se arriesga a no mostrar ni saber absolutamente nada de las motivaciones de los personajes. Aunque esto implica un desarrollo limitado para ellos, es gracias a ese factor que las sorpresas y giros de tuerca van funcionando poco a poco. Después de saber lo más básico de ellos y una conversación que va mostrando sus ideologías o maneras de pensar y actuar, una acción sirve para comenzar a desenmascarar el gran plan detrás de esta salida, soltando piezas de un rompecabezas que juega con las expectativas del espectador. 

Sin embargo, para que la cinta mantenga esa intensidad en el encierro, depende mucho de sus actores. El grupo, conformado por Mila Villalba, Agus Carreño, Ariane Gaisán y Alberto Trejo, desarrolla una química que sabe conservar el tono del filme. Si bien el comienzo puede ser un tanto rocoso entre ellos cuatro, es el factor comodín de Fran Ofrecio como el hijo de un famoso psicólogo dedicado a asesorar políticos para manipular a la gente, el que termina por encender una mecha del fuego que se va expandiendo entre ellos, mostrando las caras verdaderas del cuarteto.

Si ellos hacen un buen trabajo en mantener la tensión y el tono del relato, es la adición de Raquel San Felipe la pieza clave de un relato donde las verdades salen a flote, pero sobre todo una interesante y retorcida visión de la importancia de la psicología como factor de juego para reconocer la mentira que deriva en una venganza sorpresiva. San Felipe explora diversas facetas como el drama, la comedia negra o la violencia, todo en un empaque que también tiene un secreto mortal detrás de sus acciones.

Texeira realiza un ejercicio de atmósfera complicado que tarda un poco en entablar su ritmo. Además, utiliza recursos inesperados como música incorrecta, máscaras de caballo y un final cruel que acentúa el valor de esta cinta. Con algunos ecos a la retorcida maldad de cintas de horror de encierro como Los Extraños (Bertino, 2008) o la compleja Funny Games (Haneke, 1997), Un Día Cualquiera no reinventa nada en el género, pero si propone fórmulas efectivas para crear un thriller claustrofóbico con un buen suspenso.

Con unos personajes sencillos pero sólidos, una antagonista memorable y muchos capas al más puro estilo de una muñeca rusa, la película de Texeira nos recuerda cómo las apariencias engañan, incluso entre los mejores amigos o las parejas incondicionales. Pero sobre todo, deja una moraleja interesante en medio de muchas traiciones y muerte.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

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