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Reseñas Discos

6 de Graveyard; el disco que no pueden perderse los fans del rock de los 60’s y 70’s

Los suecos Graveyard ahora nos presentan su sexto material de larga duración, un disco que explora a detalle ritmos más lentos y atmosféricos

Erick Padrón

Publicado

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Portada del disco 6 de Graveyard
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Cinco años han pasado desde Peace, el último material de la banda sueca, Graveyard. Una cantidad considerable de tiempo en donde tuvimos los primeros conciertos del grupo en México en 2019 y hasta nos tocó vivir una pandemia. 

En este 2023, el grupo nos presenta 6, un material que seguramente los pondrá a trabajar de manera más constante realizando giras por varios países. 

Para aquellos que anden perdidos y no conozcan todavía a Graveyard, les podemos decir que, si gustan de bandas que retoman sonidos del rock de los 60 y 70 con influencias de grupos como Cream, Uriah Heep, Led Zeppelin, The Doors y un largo etcétera, Graveyard debe estar ya en tu biblioteca, ya que a lo largo de más de 15 años le han sido fieles a este estilo. 

Alineación de la banda sueca Graveyard en 2023
Graveyard regresó al estudio para darnos un disco que sus fans no se pueden perder

6, un disco diferente que no pierde el toque de Graveyard 

En esta ocasión el grupo busca hacer algo diferente con este nuevo material y nos lo deja claro con “Godnatt”, un tema bastante lento que refleja muy bien lo que la banda quiere lograr, una producción más tranquila, aunque no dejando de lado por completo esas explosiones de rock y blues. Aunque para los escuchas casuales este tema podría ser algo difícil de digerir para meterse de lleno a este disco o la música de Graveyard, así que, si eres muy nuevo con este grupo te recomendamos primero echarte un buen clavado en el disco Hisingen Blues de 2011, el cual curiosamente también fue su debut con Nuclear Blast, y luego regresar a 6

Aunque a Graveyard se le dan muy bien los temas no tan agresivos y en otros discos ya les hemos escuchado cosas como “Slow Motion Countdown” y “Uncofortamble Numb”, aquí rápido nos demuestran que siguen recordando como dar esas inyecciones de energía, así como en la breve pero bastante disfrutable “Twice” que también llega en el bloque inicial. 

Como tercer platillo tenemos a “I Follow You”, un tema que curiosamente juega muy bien entre la atmósfera tranquila y esa explosión más rockera que maneja bien el grupo, acá vale la pena poner atención a las guitarras de Joakim Nilsson y Jonatan Larocca-Ramm, así como a la batería de Oskar Bergenheim que son los instrumentos que marcan claramente el ritmo de la canción. 

“Breathe in Breathe Out” nos vuelve a sumergir en esa atmósfera lenta que la banda nos ha puesto en cara desde el principio, si bien no es tan lenta y se vale de un buen acompañamiento de guitarras que le viene a la voz de Nilsson, esto poco a poco nos lleva al momento cumbre, el solo de guitarra que entra por ahí del minuto 3:00 y que se extiende hasta el final, dejándonos un pasaje muy al estilo de The Doors. 

Rápidamente llegamos a la parte media con “Sad Song” una canción que va muy ligada al estilo lento de la abridora “Godnatt” pero con influencias blues en la voz de Nilsson. Más adelante tenemos a Nilsson regresando a esa voz un poco más aguda precisamente para “Just a Drop” un tema que busca abrir con un poco de energía la segunda parte del disco. 

Para esta altura ya estamos más que acostumbrados al estilo de 6, por lo que tenemos otro trago lento con unas guitarras y baterías bastante tímidas que parecen imperceptibles pero que sabemos que están ahí en todo momento acompañando a Nilsson en “Bright Lights” y “No Way Out”. 

El cierre llega con algo un poco más al estilo blues y desde la parte inicial de la guitarra nos lo saboreamos, este último tema al igual que la mayoría del disco se mantiene en esta parte tranquila pero curiosamente cuando se acerca al desenlace vemos como la batería de Bergenheim busca un momento para dar un pequeño cambio de ritmo, mismo que vuelve a apagarse para dejarnos con una guitarra protagonista que nos lleva de la mano hacia el gran final. 

Este material dividirá opiniones, habrá quienes lo amarán por su atmósfera y canciones lentas, pero quienes buscan algo más al estilo de discos como Hisingen Blues y Peace saldrán un poco confundidos. Lo que queda claro es que Graveyard se tomó este regreso al estudio para entrar a un terreno al cual tenían ganas de sumergirse desde hace varios años y lo logran bien con este disco que también se lleva su palomita en la parte de la producción a la cual no se le puede discutir nada. 

Acá te dejamos el disco completo de Graveyard:

Metalhead, reportero de Pólvora desde el 2014 y redactor para noticieros de televisión. Apasionado de escuchar discos de principio a fin, las películas de más de dos horas, además de un gran entusiasta y escucha de la escena de metal de México.

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