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Hayley Williams: la revelación al pop oscuro en Petals For Armor

Un extraordinario y ambicioso debut en solitario de la cantante de Paramore.

Mario Valencia

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Hayley Williams - Petals for Armor - Reseña

Paramore fue un gusto adquirido desde hace apenas unos meses. Así que fue una curiosa casualidad enterarme que su bella líder, Hayley Williams, debutaría como solista este año con Petals For Armor, lanzado hace un par de días vía Atlantic. Siempre es complicado tomar la vía solista, en especial por el temor a seguir la misma línea del grupo de manera inconsciente. Por fortuna, no es el caso aquí, y estamos ante un debut que a pesar de sus fallas en la recta final, es sobresaliente.

Williams está en una racha creativa muy interesante. El último disco de Paramore, fue un inteligente homenaje a la era del new wave, lleno de melodías alegres junto a letras melancólicas. En Petals For Armor, la cantante se aleja totalmente de las fórmulas establecidas por su banda. Aún con la producción de su compañero Taylor York y Zac Farro como invitado en un par de canciones, esta placa es un ejercicio de rock pop genial, con estructuras a momentos experimentales, un trabajo vocal digno de las mejores piezas de trip hop y en especial, ansia de explorar nuevos sonidos.

Por aquí habíamos hablado acerca de sus primeros sencillos, como “Simmer”, una soberbia carta de presentación encargada de demostrar el potencial de Petals. Aunque suene trillada la descripción, es inevitable no sentir una vibra oscura en esta y varios fragmentos del disco. La voz de una mujer reconectándose con su valentía y ganas de enfrentar al mundo. Da la impresión de ser un autorretrato sobre todo lo que oculta su gran sonrisa en el escenario. Esa oscuridad es una constante a lo largo del álbum, amena y atrayente en la dulce voz de la otrora pelirroja. Lo mismo ocurre con “Cinnamon” y “Creepin'”, ambas con versos minimalistas que gradualmente evolucionan en estos pegadizos coros pop.

“Leave It Alone” funciona como buena balada, aunque dista mucho de la ambición mostrada arriba. “Sudden Desire” hace honor a su título con repentinos cambios de ritmo, un coro intimidante que termina subitamente para regresar a ese verso tan sombrío y ese bajo limpio irresistible. Con “My Friend” incorpora una batería de jazz suave en juego a su dulce voz. Hayley Williams demuestra estar en el mejor momento de su carrera como compositora, dando prueba de todas las influencias que mantuvo a margen durante años.

Con “Dead Horse”, es imposible no sentir un montón de pretensión del mensaje inicial en la grabación, del clásico gancho para que algunos digan “güey, siento totalmente tu depresión”. Aún así, el resto es efectivo y comienza a trazarse un equilibrio entre el lado oscuro y su pop harto bailable. No hay mejor ejemplo de esto último que “Over Yet”, un claro contendiente a éxito de las pistas. El otro gran momento de Petals es “Roses/Lotus/Violet/Iris”, un fuerte mensaje hacia las mujeres en busca de su aceptación. Mantener la tesis del poder femenino en medio de la depresión, es inspirador para aquellas figuras que buscan forjar un lugar en lo alto de la industria. Sin embargo, es a partir de este punto que el álbum se vuelve errático, entre temas reiterativos y algunos destellos de grandeza.

“Why We Ever” nos lleva de vuelta a la balada trágica, menor en comparación a “Leave It Alone”. Lo mismo ocurre con “Pure Love”, una oda al sintetizador que se vuelve aburrida rapidamente. Distinto a “Sugar On The Rim”, maneja la misma línea synthpop con mayor gracia, hasta parece tributo a Yazoo o Eurythmics. “Taken” es de los giros más agradables, con una secuencia que retoma estos elementos de jazz mencionados con un toque electrónico suave. “Watch Me While I Bloom” tiene una introducción y un bajeo funky muy similar al estilo de Marian Hill, aunque en un tono cálido en lugar de la desbordada sensualidad. Ya en “Crystal Clear” aunque bien,

Petals For Armor nos regala una Hayley Williams en su búsqueda de identidad con excelentes resultados. De no ser por los minutos finales donde se siente más una necedad de incluir la mayor cantidad de canciones posibles, sería perfecto. Oscuro, ambicioso, portador de una fuerte energía femenina y multifacético en la cantidad de géneros que ahondó, merece una atención igual de grande que la obtenida por banda. Hayley ha madurado mucho como artista. Ahora, sería interesante conocerla como una letrista un poco más alejada de las frustraciones y dramas personales. Verla expandirse en otros horizontes como lo hizo en el apartado musical, debería ser su siguiente meta.

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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