Conecte con nosotros

Pólvora Live

Maratón de Punk Rock en el Velódromo Olímpico: C.M.B.A.

Avatar photo

Publicado

el

CMBA Punk Rock Fest

Este año hemos tenido una enorme cantidad de conciertos y eventos en nuestro país, pero sin duda alguna, octubre es el mes donde más se ha notado este bello exceso y en este tercer fin de semana del mes decidimos lanzarnos al majestuoso Consejo Mundial de Bandas Alternativas.

¿Qué fue eso? ¿Hubo luchas de bandas o por qué me suena a nombre de empresa con luchas de tríos en todo su cartel? Tuvimos la primera (y esperemos no última) edición de un tremendo festival donde las bandas no lucharon entre ellas claramente, pero si dieron buenos guitarrazos y derroche de energía, así mismo, pudimos disfrutar tres encuentros de lucha libre.

Lo bueno: las bandas, escenarios y puntualidad

Con 13 bandas y 3 luchas programadas en el cartel era necesario saber cómo se iba a distribuir el talento, cuánto tiempo tocaría cada quién y cómo adaptarían el Velódromo Olímpico para poder tener la logística necesaria para que todo salga a la perfección. Unos días antes del evento se publicaron los horarios, en ellos notamos que habría dos escenarios con todo y nombre de leyendas del pancracio: Escenario Fantasma y Escenario Blue Panther.

Llegando al recinto con un tremendo calorón pude notar que los dos escenarios estaban casi juntos, lo único que los separaba era el tremendo ring de lucha libre. Lo cual me pareció una increíble decisión ya que al tener horarios seguidos lo único que tenías que hacer una vez que terminaba cada acto, era avanzar un poco hacia el lado contrario y seguir disfrutando del espectáculo.

El audio era bueno ya que no importaba si estabas saliendo del metro o frente al escenario, todo se alcanzaba a distinguir. Solo en dos actos se notaba que la voz estaba más alta que todo lo demás, pero nada que fuera problemático o totalmente molesto para los asistentes.

Quienes definitivamente tuvieron un fin de semana movido fueron los muchachos de Say Ocean y Seguimos Perdiendo. Por una parte los muchachos de Say Ocean acaban de estrenar su nuevo disco “Perfectas Condiciones” entonces andan al mil con la promo, se rifaron un set temprano en este festival y posteriormente tuvieron un show en Querétaro.

Del otro lado con Seguimos Perdiendo, una noche antes grabaron DVD en el Alicia y posterior al C.M.B.A. se movieron a la segunda fecha de grabación en el foro que promete cerrar sus puertas este año. Un aplauso a estas dos agrupaciones por rifarse el físico, aunque fue triste que sus presentaciones fueran tan temprano ya que todavía no llegaba tanta gente y sin duda son shows donde siempre hay una tremenda energía y conexión banda-audiencia.

Desde su reunión hace casi un año he podido ver dos o tres veces a Hule Spuma y jamás será una presentación aburrida, Trevore y compañía no dejan de saltar y correr por el escenario. Y lo que ahora se ha convertido en un clásico, la piñata de algún oficial de Los Simpson en la rolota “Ese de Azul” que es golpeada con el micrófono, puños y finalmente destrozada en el moshpit, joya total. También pudimos disfrutar de Sputnik, un show donde los hermanos José y Rodrigo Salazar deleitaron a sus fans con rolas como “Cien Inviernos” y “Montana”.

La mayoría de los fans comenzó a llegar casi a las 17:00 horas, justo a tiempo para la presentación de Elli Noise y qué sorpresa nos llevamos todos porque entre la potencia que tenían ellos y que claramente ya había más personas, el ambiente empezó a prenderse aún más y desde ahí no se detuvo ni un segundo. Palmas en al aire y gente coreando rola por rola fue la prueba definitiva de que la agrupación comandada por los Priego fue una de las favoritas.

Otro punto a favor de este festival fue la gente que estaba entre la audiencia ya que podías ver a muchos artistas que crecieron escuchando o tocando con las agrupaciones del cartel, así mismo podías escuchar que había personas que tenían años sin verse o que viajaron de otros estados para estar ahí, que bello es cuando la música nos vuelve a unir.

Tolidos y Delux entregaron toda la nostalgia del norte del país. Ya era justo y necesario ver a Tolidos como banda completa. En ocasiones anteriores he tenido el chance de ver a Luis en shows acústicos y si bien, claramente lo hace increíble porque es el frontman de la banda, no hay como escuchar todos los instrumentos haciendo lo suyo en sintonía con su voz. En Delux ni se diga como se puso, desde su total entrega y cover de “Más De Lo Que Te Imaginas” hasta el tiempo de tomarse fotos con todos al terminar.

La siguiente banda en apoderarse del festival fue Here Comes The Kraken, quienes no estaban muy ad hoc para el festival y aunque no son malos, simplemente no cuadraban mucho con el demás talento. Tanto así que hasta ellos bromearon al respecto diciendo “Esta noche nos tocó ser los malos de la familia”, de igual forma esto no fue excusa para que el honorable público no estuviera echando los mejores pasos hardcore en un enorme circle pit.

Lo malo: Aguas, micheladas y formas de pago

Con más de 10 horas de festival es obvio que uno necesita mantenerse hidratado, ya sea con su clásica cervecita o con agua en caso de que no te guste beber o no tengas la edad necesaria, porque sí, el evento era súper familiar y podías ver a unas cuántas parejas con sus hijos. ¿Cuál fue la sorpresa? Aproximadamente a las 16:20 se escuchaba en uno de los dos puestos de bebidas que se les había agotado el agua, lo cual definitivamente implica un problema para aquellos que no quieren beber alcohol o refresco. Desconocemos si después de eso se solucionó el problema o no, pero esperemos que sí.

Por otra parte, si tú eres de los que le entran al pisto y sobre

todo, a las micheladas, seguro se te iba a antojar una para echar el cotorreo y claro que había opción de tener tu vaso escarchado con chamoy y ajonjolí, el único problema es que no lo vendían las personas de las chelas. Tenías que ir a formarte con las personas que vendían sopas instantáneas y palomitas para comprar tu vaso michelado a $30 pesitos y luego ir con los vendedores de cerveza para que te sirvieran ahí tu glorioso líquido.

Pero ojito, que si tu opción era pagar con tarjeta tu cerveza (o cualquier otra bebida) tenías que hacer una fila enorme ya que solo se contaba con una terminal y eso alentaba todo el proceso de compra, filas de entre 15 y 20 minutos totalmente tediosas donde te perdías la mitad de algún acto. Supongo que los vendedores no esperaban que fueran a tener tantas personas y no es su culpa, solo esperemos que, si se hace una segunda edición se resuelvan estas situaciones.

Lo feo: Música en la lucha libre

¿Por qué no he mencionado a los gladiadores en todo el texto? No es que ellos hayan dado un mal espectáculo, al contrario, sin duda alguna fueron un gran entretenimiento para todos aquellos que estaban cerca del ring. Si tú eres aficionado de la lucha mexicana sabes que gran parte de la magia es insultar a los luchadores y recibir la mentada de vuelta -es gritarles y que te griten de vuelta- inclusive debes saber que entre ellos mismos tienen comunicación para poder ejecutar sus movimientos de la forma más segura posible.

Pues parece que aquellos encargados del sonido desconocían esto o simplemente no les importaba porque le treparon chido a la música de fondo mientras las y los luchadores hacían su trabajo. Una falta de respeto total para aquellos que dejan su vida en el cuadrilátero, puesto que en ocasiones no le subían bien al micrófono del presentador y con los cambios que hubo de talento, de repente ya no sabías quiénes eran algunos si estabas alejado.

Posteriormente, la interacción entre los fans y luchadores se perdía porque cada vez le trepaban más a las rolas. Ok, sabemos que venimos a un festival de música y lucha libre, pero si pones rolas punk mientras los luchadores están tratando de comunicarse con la audiencia, es obvio que muchos perderán el interés y van a preferir quedarse con sus compas sentados en el pasto cantando rolas de NOFX que ver al Shockercito. En la última lucha también se pudo notar que Marcela no pudo escuchar claramente algunas instrucciones por parte de su rival.

En conclusión podemos decir que fue una tarde agradable entre luchas y nostalgia dosmilera, esperamos que el siguiente año se haga una segunda edición porque faltaron muchas bandas, de esas que abarrotaban el Alicia hace más de 20 años y claro, combinado con nuevo talento punk rockero para darnos a todos un día donde podemos decir que hay una gran cantidad de gente que sigue apoyando la escena pop punk sin importar nada.

Estudiante de LANCE, apasionado reportero y fotógrafo de la música, la lucha libre y el cine de terror serie B de los años 80. A veces metalero, a veces emo pero siempre un misfit friki de corazón.

Haga clic para comentar

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *