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La Crónica Francesa: La visión extranjera a otra cultura

La estructura de revista en La Crónica Francesa para narrar sus artículos es única, siempre a la expectativa de que sorpresa depara o que fragmento quedará fuera en la edición

Mario Valencia

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La cronica francesa

Wes Anderson fue un gusto adquirido. Admito seguir sin encontrarle el aclamado encanto a su obra previa a Fantastic Mr. Fox, pero después de su adaptación al cuento de Dahl, ha refinado un estilo único, de simetría perfecta, repartos abundantes en grandes estrellas y el cuasi inexpresivo carácter de sus personajes. Elementos por supuesto resaltados en La Crónica Francesa.

Estreno que llega esta semana a salas nacionales con las actuaciones de viejos habituales del director como Bill Murray, Saoirse Ronan, Adrien Brody y Owen Wilson junto a rostros como Robin Wright, Léa Seydoux, Timotheé Chamalet y Benicio del Toro para una serie de risas y reflexiones entre las páginas de una revista ficticia.

La Crónica Francesa
La Crónica Francesa

DE LLENO A LA CRÓNICA FRANCESA

Al morir el editor de La Crónica Francesa, revista fundada por un ex patriado estadounidense, su última voluntad es que se publiqué una edición final de despedida con los artículos más representativos de su historia. Así vemos el relato de un pintor en prisión con un nuevo estilo, elevado al estatus de vanguardia por el dueño de una galería.

Después, conocemos a un grupo de bohemios revolucionarios durante el movimiento estudiantil de 1968 y el manifiesto que buscan llevar a las calles. Finalmente, un crítico culinario debe realizar la semblanza sobre el afamado chef del jefe de policía en una crónica de enredos que concluye con el secuestro de un niño.

La Crónica Francesa es uno de los trabajos más refinados de Wes Anderson. Aunque la comedia sobria puede resultar parca en comparación a sus últimos filmes, no así el marcado homenaje del autor hacia sus héroes del naturalismo poético, el neorrealismo y la nueva ola francesa. Por ahí vemos secuencias que recuerdan encuadres de Godard, Jean Renoir y Henri Clouzot, al punto en que la misma caracterización de Seydoux, recuerda el bello rostro de Anna Karina. Que decir de los cortes entre formatos y el blanco y negro, una genial experiencia. Lo mejor es que se refugia ante el constante diálogo de “hazlo como si fuera a propósito“.

Pero más allá de la estética referencial, La Crónica Francesa se inmersa en la propia melancolía de la época, el deseo de pertenecer y entender un momento que, como extranjeros, les resulta interesante de abordar. En especial cuando Frances McDormand, cuyo personaje de periodista vive tachado como la eterna solterona, es agraciada por el espíritu de rebelión juvenil en un momento en que gran parte de Europa comparte el sentimiento revolucionario.

La Crónica Francesa
La Crónica Francesa

Hay mucha nostalgia en la película, pero no en un sentido trágico como El Misterio De Soho. Desde la misma intención del editor de llevar el sello de su natal Kansas, absorta entre los campos de maíz a la alta cultura francesa, hasta la precisa dirección de arte de apartamentos pequeños amueblados por pilas de libros, cigarrillos y máquinas de escribir. Es una perfecta postal del Francia sesentero, vista por un montón de personas ajenas al contexto. Además, tiene a Jarvis Cocker interpretando el clásico “Aline”, ¿qué más se puede pedir?

Cada capítulo tiene su propia virtud. Mi preferido fue el cambiante mundo artístico a partir de lo que dicta un puñado de personas en la historia protagonizada por Benicio, Brody y Tilda Swinton. Un hombre condenado el resto de sus días en prisión por un brutal doble homicidio, retoma la pintura tras varios años. Encuentra en la hermosa guardia a su musa perfecta a la que dedica retratos sin forma aparente, pero con su carga de catarsis. La interpretación que Adrien Brody le da, inspirado por su ambición y pretensión, es de lo más jocoso posible. Además, la misma relación que entablan Seydoux y del Toro, trágica por su naturaleza presidiaria, resulta conmovedora por la calidad de artista maldito de aquel.

Pareciese perfecta, pero en ocasiones tiene unos cambios de ritmo un tanto lentos. En especial la última historia, da la impresión que más allá de tener la intención inicial de realizar la persecución con una animación, tuvieron que apresurarse… Edward Norton, ¿volviste a ser intratable o qué pasó?

La Crónica Francesa
La Crónica Francesa

CONCLUSIÓN DE LA CRÓNICA FRANCESA

Ojo, que seguramente veremos a La Crónica Francesa en las futuras entregas de premios. Todo lo visto es digno de celebrarse: la fotografía, dirección de arte, humor y las actuaciones, en especial del Toro y Wright. Y ya para que Timothée tenga ganas de vivir en una película, es un logro enorme. Carajo, hasta sale el mismísimo Fonzie, ¡Henry Winkler! La estructura de revista para narrar sus artículos es única, siempre a la expectativa de que sorpresa deparará o que fragmento quedará fuera en la edición. Corran a verla y déjense llevar por tan encantador retrato.

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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