King Gizzard & The Lizard Wizard: estar en su concierto es cómo pachecarte con polvo de estrellas chispeante

El pasado viernes se llenó el House of Vans de un público tan diverso cómo la discografía de King Gizzard & The Lizard Wizard. La fila para entrar era enorme, se extendía por todo Rubens hasta llegar a la Comer de Patriotismo. “La neta ya ando bien pedo”, grita uno de los asistentes. Estamos en el primer show gratuito de la banda en la CDMX. En la fila para la barra libre me encuentro a personalidades de la escena como Iván García de Sgt. Papers, Ro Desentis de The Risin’ Sun y Jorge Cerrilla de The Bunyans.

Tomando la cerveza de cortesía y escuchando un playlist muy variado, aguantamos la primera, segunda y finalmente la tercera llamada. Se sube la banda abridora, The Americojones Experience y calientan el foro con su música excéntrica con un downbeat pesado, letras intensas gritadas de manera sucia (cómo nos gusta), y nos sorprenden con elementos en la voz estilo The Cramps o Wire pero siempre más pacheco.

King Gizzard & The Lizard Wizard hipnotizan con sus riffs clavados y con sus múltiples ritmos que nos elevan a un estado de trance

Justo cuando se nos acaban las cortesías, por fin llega el momento tan esperado y King Gizzard & The Lizard Wizard se sube al escenario. Estar en un concierto de King Gizzard es cómo pachecarte con polvo de estrellas chispeante. Te sientes como estar en varios niveles a la vez. La cabeza volteada, los pensamientos volando, el corazón lateando al ritmo del doble bombo de Michael Cavanagh. El set arranca con Head On/Pill, obra de 16 minutos en dos partes. Ha comenzado la locura.

Los seis integrantes se rifan una diversidad de instrumentos, entre ellos el teclado espacial, la harmónica y el saxofón domesticado por Ambrose Kenny-Smith y la flauta dominada por Stu Mackenzie. Explotando básicamente todos los géneros y instrumentos que hay, frontman Stu nos hipnotiza con la flauta en “Head On/Pill”, en “The Lord Of Lightning” y para “Straws In The Wind Ambrose” saca la harmónica y nos dejamos ir con él.

King Gizzard & The Lizard Wizard es cómo un orquesta de seis músicos súper clavados que no sólo con el largamente esperado hit Rattlesnake nos hace bailar cómo serpientes. El bajo creativo y dominante de Lucas Harwood y las guitarras chillonas y chingonas de Cook Craig y Joey Walker hacen que nos movemos juntos cómo agua en un mar muy zen y en movimiento perpetuo.

Interrumpen el set por un anuncio especial y todos cantamos las mañanitas para Cook Craig. Sale un pastel del backstage y Cook se toma una mordida antes de pasar el pastel a la audiencia. Un fan lo agarra y avienta a la gente, lo que causa gritos de éxtasis rebotando de las paredes del foro. Es algo que King Gizzard provoca: gritos, risas, todos los sentimientos electrifican su audiencia cómo olas de emociones pasando de persona a persona. Al mismo tiempo la gente se queda estática, atrapada por los visuales hipnóticos y la música intensa y melódica. Nos tienen viendo a la nada y a la vez viendo muy por dentro.

En la salida veo cómo corre la banda subiendo las escaleras al camerino. Afuera nos saludan de la ventana y la calle llena de fans y vendedores de mercancía inoficial les regresa el saludo.

Setlist de King Gizzard & the Lizard Wizard

1. “Head On/Pill”
2. “Mystery Jack”
3. “The Lord of Lightning”
4. “Garden Goblin”
5. “Straws in the Wind”
6. “Anoxia”
7. “O.N.E.”
8. “Automation”.
9. “Rattlesnake”.
10. “Self-Immolate”.
11. “Organ Farmer”.
12. “Am I Heaven?”