7 canciones del soundtrack de Tony Hawk’s Pro Skater que nos volaron la mente en plena juventud

Tony Hawk’s Pro Skater es una de las mejores sagas de videojuegos de todos los tiempos. A pesar de ser tan sencillo como una serie de monos en una patineta haciendo trucos y rompiéndose la madre bien sabroso, tenía una magia que muy pocos puedes describir, pues resulta realmente necesario que te montes en tus consolas “antiguas” para rodar por los mejores parques del mundo.

Tony Hawk’s Pro Skater, ¿por qué es la saga deportiva más importante de todos los tiempos para los fans de la música?

Algo hay de que se trata de un juego basado en la vida real, donde puedes patinar con tus grandes ídolos de la tabla (si te gusta ver o practicar skate); lo mismo en sus escenarios, basados en spots que realmente existen y existieron (aunque todos ubicados en los Estados Unidos) o rampas construidas exclusivamente para las habilidades de las grandes leyendas.

Pero si algo resultó épico, fue la selección de canciones, todas ellas adentradas en los géneros que se consideraban del rubro, que pueden ir del punk, al punk rock, el punk melódico, el ska, el metal, un poco de rap o el rocanrol. No tuvieron piedad en meter únicamente a los mejores a lo largo de sus únicamente cuatro juegos que valen la pena rememorar (y que llevan el nombre de Pro Skater).

7 canciones de Tony Hawk’s Pro Skates que nos cambiaron la vida

Son alrededor de 90 canciones, si tomamos en cuenta que a veces variaban entre consolas. De esas, revisitamos las siete que nos volaron la mente durante nuestra adolescencia o juventud, aquellas que, por decirlo de alguna forma, transformaron nuestra forma de escuchar, entender y buscar música para toda la vida. Spoiler: no encontrarás (creo) a las más famosas.

Esta es la clásica portada de un videojuego que rompió récords y será recordado por siempre.

Suicidal Tendencies – Cyco Vision

Cuando descubrí el juego, no había escuchado jamás nada tan pesado como Suicidal Tendencies. Apenas apareció en el soundtrack, yo me quedé congelado frente al televisor, sin jugar. No entendía muy bien lo que pasaba, eran sujetos pegándole con rabia a sus instrumentos, como si quisieran destruirlos. Maravilloso.

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Primus – Jerry was a race car driver

Yo no sé ustedes, pero era muy difícil para mí tener acercamiento con este tipo de música. Nadie de mi casa o primos, tíos, compañeros de la escuela, escuchaba cosas tan clavadas como una banda haciendo figuras de bajo bien enfermas, a lo funk, con una base de batería super movidona, para menear el culo, y a la vez, unas guitarras bien locotas tirando riffs a lo bastardo, super distorsionadas. Me abrió todo un mundo.

Fu Manchu – Evil Eye

Espectacular por donde sea que la escuches. El intro ya te pone bien aplacado, concentrado para escuchar lo que viene. Una serie de riffs que suenan ahí bien rocanroleros, y entran de pronto a una base de batería y bajo completamente endemoniados. Unos weyes queriendo sonar a los clásicos, pero metiéndole su propia cosecha, con figuras bien mateables entre dos liras que compiten por cuál es la más cool del condado.

Millencolin – No Cigar

Para variarle un poco al metal y toda la música bien pesada que había por ahí, le dieron un poco de destreza al punk con Millencolin. Una banda que no es rápida, ni salvaje, pero sí detallista, y muy melódica. Me gustaba porque su diferencia destacaba entre todo lo demás.

Flogging Molly – Drunken Lullabies

Otra banda que atraía precisamente por la maestría con la que hacen música. Es punk, pero de raíces irlandesas, con ritmos bien celtas, instrumentos varios (violín, gaita, acordeón, mandolina, banjo), divertida y digna para echar un tremendo bailazo. Hasta el día de hoy los escucho.

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AFI – The Boy Who Destroyed the World

Unos golpes bien secos en la tarola son antesala para un punk bien monstruoso que de pronto invade tus oídos, se mete hasta tu corazón, y lo hace latir a mil por hora. Es rápido, rudo y de riffs potentes, pero también tiene una que otra idea diferente que te rompe esa línea de lo “clásico“, de lo que “ya esperabas”, y lo disfrutas harto.

Less Than Jake – All My Best Friends Are Metalheads

No podía faltar la banda de Ska-Punk, y para el momento en que jugué el THPS 4, ya conocía perfectamente a Goldfinger, que aparece en un par de sagas, pero no tenía el gusto de haberme pasado momentos de reflexión eterna con Less Than Jake en el estéreo. Un sonido bastante clásico, apegadísimo al orquestado por las bandas del punk californiano, pero con la diferencia de que son de Florida. Las guitarras duras, los versos zapateables, las trompetas, la diversión, la fiesta. Todo estaba ahí