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Placebo en el Teatro Metropólitan, un bello concierto sin celulares

Placebo volvió a la CDMX, y bajo advertencia no hubo engaño y se prohibió el uso de celulares para conectar como en antaño, banda y público.

Andre Dulché

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Esto no sería un martes cualquiera, era un martes para ver el regreso de Placebo a la Ciudad de México en uno de los mejores venues existentes, el Teatro Metropólitan.

Desde una hora antes, la reventa a todo lo que daba, te compraban boletos como si fuera el ADN del mismísimo Brian Mölko. La obligada parafernalia bucanera, con modelos similares de unos a otros y por ahí, encontrabas alguna playera joyita referente al Sleeping With Ghost, pero poco esfuerzo de los vendedores ambulantes en sus modelos. Adentro ya la mercancía oficial.

Al pasar el scanner unas fotocopias en las puertas de entrada y en el borde del escenario, decían que no se tomara fotos ni videos del show. Aunque la mayoría de la gente pasaba de largo y no las leía, pues ya se sabe la aberración de Mölko a los celulares y se comportaron a la altura.

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Big Special, el futuro es un sueño estúpido

Diciendo con fuerza “¡Hola Mexico! ¡Somos Grande Especial!” y acompañados con un altavoz de estadio deportivo es que llegó desde Inglaterra, Big Special.

Son un dúo brutal, potentes, solo una batería y voces, una que otra secuencia pero le dan más duro que muchas bandas de cinco personas.

Su estilo en vivo es un poco al primer Royal Blood, pero más atascado, con momentos donde la voz de Joe suena a Iggy Pop y en el siguiente instante cambia a un poeta rabioso callejero. En otras canciones, que siguen estos diversos cambios de ritmo, podríamos llamarlos R&B punk.

Danny Boyle estaría orgulloso de ellos y si hubiera un Trainspotting 3 lo más seguro es que Big Special estaría en él. Las partes habladas de las canciones reflejan su idiología con bellas frases como “el futuro es un sueño estúpido“. Más ingleses, imposible.

La dinámica la lleva por completo Kyle en la batería, es quien platica con la gente mientras se repone su compañero. Muy agradecidos y cotorros. Deben volver porque son de esas bandas nuevas que callarán a esos tíos que se quejan que no hay nada bueno nuevo.

Es nuestra primera vez en México, tienen un comida genial, bebida genial y gente aun mejor’. Se bajaron a cantar entre la gente y se despidieron entre una fuerte ovación.

Mi nombre es Brian y mi banda de rock se llama Placebo

Ahora sí, turno de los principales tras una muestra de adrenalina de Big Special y una media hora de house music, que bajaron durísimo el ánimo en la espera.

La voz de Mölko sonó pidiendo no grabar el celular para poder conectar con la gente, las emociones de las canciones y por respeto a los que quieren ver el concierto y no el celular del de enfrente. ‘Disfruten el presente, porque este momento no va a volver a suceder, con respeto y amor’.

El arranque con “Forever Chemicals” se dio de golpe, luces azules y la ovación mayor a Brian. Guitarrazos potentes que devolvían el alma perdida por la música de ambientación. Unas doce pantallas adornaban el escenario con sus respectivos visuales entre rola y rola. Placebo contrastaba con lo visto, ya que se perdían como sombras por venir todos de negro y atrás colores fosforescentes. No es que se muevan mucho, así que la música habla por ellos.

La primera erupción de gargantas a tope se dio pronto, con solo un acorde de “Beautiful James”. Para “Scene Of A Crime” y “Hugz” las pantallas podían aniquilar a cualquiera con epilepsia, ni los mitos sobre Pokémon en Japón sería tan eficientes. Blancos y rojos más aptos para un festival como estuvieron unos días antes en el Estéreo Picnic de Colombia que para un teatro.

La energía sin celulares es hermosa, todos cantan y bailan, se emocionan como en antaño y a quien intentaba grabar, llegaba un miembro de la seguridad Lobo a lamparearlo.

Muchas gracias, bienvenidos a todos. Mi nombre es Brian y mi banda de rock se llama Placebo. Tenemos hambre pero tenemos mucho ruido para todos’, dijo Molko en un buen español.

Para “Happy Birthday In The Sky” la gente cambió la cámara de sus celulares por sus luces. Como si fueran velitas del pastel. Aquí es donde Stefan se rifa más sabroso en la guitarra. Eso sí, los coros de Stefan jamás se escucharon.

De pronto se fueron rola tras rola, era un set completo y había que apovechar el tiempo.

Placebo suena muy bien en vivo, en especial en solitario y no un festival como cuando vinieron al Vive Latino, y mucho de ello es por la energía de la gente siempre a tope.

Para “Soulmates” pasó lo que era inevitable con la gente necia, y a media rola se veía a Molko enojado y mentando madres a una persona en la zona A, al acabar la rola detuvo todo para pedirle al señor de los lentes que dejara de grabar, que lo veía entre todos y pidió amablemente que guardara su celular. Seguirían tocando, pero si volvía a sacar el celular para grabar se iban a retirar. ‘Por favor, no me hagas enojar otra vez’.

Así siguió por lo que fue alrededor de una hora cuarenta minutos de concierto, donde los momentos más altos se vivieron con “The Bitter End” e “Infra-red” que fueron la parte final del primer set, y entrando al encore nada como “Taste In Men”, uno de sus primeros éxitos a nivel mundial. Al final, y como ya es costumbre, el cover a Kate Bush que se hiciera más famoso en los últimos años gracias a Stranger Things, “Running Up That Hill”, y que viniera en la edición doble del álbum Sleeping With Ghosts junto a otros como “Johnny And Mary”.

Setlist de Placebo en el Teatro Metropólitan

  • Forever Chemicals
  • Beautiful James
  • Scene of A Crime
  • Hugz
  • Happy Birthday In The Sky
  • Bionic
  • Twin Demons
  • Sorrounded By Spies
  • Soulmates
  • Sad White Reggae
  • Try Better Next Time
  • Too Many Friends
  • Went Missing
  • Exit Wounds
  • For What It’s Worth
  • Slave To The Wage
  • Song To Say Goodbye
  • The Bitter End
  • Infra-red
  • Taste In Men
  • Fix Yourself
  • Running Up Tha Hill (A Deal With God)

Editor de Pólvora, periodista musical y fotógrafo desde hace más de 10 años. Licenciado en comunicación social con la tesis El Rock Como Movimiento Social en la UdeC. Fan de los deportes, cómics, la ciencia ficción y películas de acción basura de los años 80-90.

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