El Columpio Asesino: la última y nos vamos de CDMX

Alguna vez conocí a una persona que decía ver la fecha de muerte en la frente de cualquier otro ser humano que se le atravesara, pero contrario a lo que se piensa, esto puede ser mucho más perjudicial en la salud emocional, física y mental de lo que te imaginas.

Tan solo empaticen con la tristeza de saber que un día será el último adiós que le des a tu familia, el último abrazo, el último beso y hasta la última noche de rebeldía, sexo, rocanrol. Así se sentía este miércoles.

Iniciamos el día con la esperanza, la expectativa de verlos por la noche. Las actividades pasaron. El viaje. La chamba. Logros y regaños. La salida, el regreso y un baño. La espera. Las chelas. Las conversaciones. Todo parecía insignificante ante la marca en la frente que nos insistía en que esa noche, nuestra banda favorita moriría irremediablemente, con ella sus canciones.

El Columpio Asesino en CDMX

La verdad es que la cosa no cambió con el paso de los temas. En un cerrar de ojos, esas canciones que saben, y guardan muy bien nuestros oscuros secretos, sufrimientos o pasiones, que nos están poniendo a bailar, que nos hacen gritar, cantar o elevar las manos al cielo en son de amor y paz, se irían al baúl.

“Arde Babel, arde Babel. Arde Babel con sus torres de papel“, cantaban Albaro Arizaleta (voz y batería), Raúl Arizaleta (guitarra), Iñigo “Sable” Sola (percusiones y sintetizadores), Cristina Martínez (guitarra y voz) y Daniel Ulecia (bajo).

Era casi como una declaración. Amenizaban su retiro con sus propias canciones, porque es posible, porque la muerte es un tema recurrente y no les da miedo reconocerse como seres humanos que tarde o temprano terminarían definitivamente con todo.

Por eso se les puede ver tan tranquilos en el escenario. Tan risueños, y abiertos completamente a recibir el amor de su público en el concierto que abre su gira del adiós. Por eso son capaces de llorar únicamente de felicidad, y nunca por la derrota, por eso se crecen, y se hacen grandes cuando todos al unísono gritamos su nombre, y exigimos que el concierto fuera cuando menos eterno.

Bueno, es probable que no los volvamos a ver, pasemos a la etapa de la aceptación. Pero no por eso vamos a echarnos a perder nuestra última oportunidad de intimidad.

Entre baile, mota, cerveza, pasones, lágrimas, aplausos, sonrisas y besuqueadas, olvidamos al cruel destino, al horrible paso del tiempo, la dolorosa muerte, para concentrarnos únicamente en la mejor parte: la de estar vivos, sentir, amar, y ser felices con algo tan mínimo, pero a la vez tan inmenso como una canción de tres minutos.

A fin de cuentas, es lo que mejor sabemos hacer en este país: celebrar a la muerte con un fiestón.

Setlist del Columpio Asesino en CDMX

• Babel
• La lombriz de tu cuello
• Ballenas muertas en San Sebastián
• Susúrrame
• Escalofrío
• Entre cactus y azulejos
• Ye ye yee
• Motel
• Edad legal
• Your Man Is Dead
• La marca en nuestra frente es la de Kaín
• Corazón Anguloso
• Un arpón de grillos
• A la espalda del mar
• Diamantes
• Perlas
• Toro
• Huir
• Preparada
• Sirena de mediodía
• Floto
• Vamos