Pólvora Live

Noche de hard rock y nostalgia con Mr. Big en el Auditorio BB

La cita se dio en el Auditorio BB y Mr. Big se despidió de México tocando su disco emblema, Lean Into It.

Publicado

hace 2 semanas

21 abril, 2024

Por

Pólvora Crew

Mr. Big en la Ciudad de México / Foto: Alfredo Alvarado

Por Ernesto Tattó

La oferta musical en la ciudad de México cada vez es más atractiva, ayer había al menos 5 eventos que llamaban mucho la atención, desde Bruce Dickinson, Madonna, Interpol, hasta Tom Jones, todos al mismo tiempo.

Uno de ellos fue el regreso de la banda estadounidense Mr. Big en la gira de despedida, The Big Finish Farewell Tour con un clima lluvioso y algo de bochorno, y donde se dieron cita los fans de la banda, que añoraban verlos por última vez.

Ya teníamos la dicha de verlos en el 2017, en al Sala Puebla, con la presencia de Pat Torpey en la batería. (En paz descanse) Esa fue una noche legendaria. Ahora como parte de su despedida, tocarían todo su disco insignia Lean Into It.

La última de Mr. Big en la Ciudad de México

El auditorio BB, lucía abarrotado en la parte de pista, y fue la banda mexicana Blind Ravens, los encargados de abrir con buenos riffs de hard rock, y buen sonido, dejaron buen sabor de boca entre los asistentes, todo un reto abrir a una banda de este nivel y lo hicieron bien.

Era la hora de ver a los estelares, en punto de las 21 HRS, salen para deleitar a los fans con “Addicted To That Rush”, que prendió de inmediato a la gente. Eric Martín, Paul Gilbert, Billy Sheehan y Nick D’ Virgilio, con un sonido muy definido y tocando como maestros, eso sí, Martin no habló mucho (hablaba más cuando fue invitado de Avantasia) y realmente, interactúan poco con la gente.

Las rolas iban pasando y el calor se sentía intenso, la ejecución de todos en su máximo punto de técnica y calidad, entre las rolas que tocaron “Price To Got To Pay”, “Take Cover”, “Alive and Kicking”, y por supuesto “To Be With You”, que cantaron como si estuvieran dedicando la rola a un amor en la secundaria, al parecer era de la que más se sabian los asistentes, que en ratos estuvieron un poco apáticos, la energía en el escenario era mucha para la poca respuesta del público.

Hablndo un poco del público conocedor, iba gente de todas las edades, hasta chavitos con sus papás en su inicios al Rock and Roll, cabe mencionar que el sonido estuvo impresionante, se distinguían todos los instrumentos.

Paul Gilbert con un look nerd, corbata y de negro, ¡pero qué manera de tocar la guitarra! Uno de los grandes, algo infravalorado pero un maestro, en su sólo tocó una parte de la cinta Rocky que prendió al público. Billy Sheehan, un amo del bajo. El decano de la banda, pues en su papel, magistral, siempre sonriendo y dando todo en el escenario, el solo espectacular. Eric Martín, sigue teniendo gran capacidad vocal, buenos registros y carisma como frontman, lástima que hablo poco entre temas. Y Nick D’ Virgilio, un viejo lobo de mar, que a falta de Pat Torpey cumplió con creces, demostrando porque es uno de los bateristas de sesión con más llamados, precisión y técnica.

El público en ratos cantaba, pero de manera muy tenue, les hacía falta más energía, el show duró aproximadamente 2 horas, y se pasó rápidamente, por la calidad en intensidad de los músicos, creando un ambiente muy ochentero y plagado de nostalgia.

Una noche inolvidable con grandes recuerdos, enormes solos de Sheehan y Gilbert, una voz potente de Martín, y una intensa batería de Virgilio, hicieron que el público cantará, recordará y les diera el último adiós a una de las grandes bandas del hard rock que quedará en la memoria colectiva de los grandes shows en la ciudad.