Entrevistas
La Castañeda: “Nuestra labor está más enfocada a la trascendencia que a la popularidad”
Platicamos con Os y Chava de La Castañeda sobre el legado de la banda en estos 35 años y el inicio de la demolición del manicomio.
Hace 35 años que se abrió el manicomio de La Castañeda, se dice fácil, pero son más años de los que tienen de vida algunos fans, es más, en esos años el presidente de México era Carlos Salinas de Gortari, uno veía películas en casa gracias al Betamax y VHS, existía Burger Boy y el trancazo musical era “La Macarena”.
Pero en México todo estaba cobrando una nueva vida en lo que respecta al rock nacional, Culebra estaba firmando bandas para un sello que impulsaría lo que hoy en día son pilares del género tipo La Lupita, Cuca, Santa Sabina y claro, La Castañeda con quien sacaron como primer álbum, el Servicios Generales II.
Hoy, en pleno 2025, La Castañeda, mejor conocidos común y simplemente como La Casta dice adiós, empieza la Demolición del Manicomio. Uno donde vimos pasar discos como El Hilo de Plata, El Globo Negro, Trance, Doble Llama, Llama Doble, el Interno Acústico, uno que otro en vivo como los XXX Años De Locura y obviamente, Servicios Generales I y II. Como último legado, un tema llamado “Vapor” que es del 2023.
El corazón duele, uno va viendo como se están cerrando ciclos y las bandas con las que uno creció están diciendo adiós. Así que es momento de hablar con Os de León y Chava Moreno sobre este adiós, sobre discos y anécdotas y lo que representa en sus vidas una banda tan ‘rara’, ‘conceptual’, bien lograda como lo es La Castañeda.
EL ADIÓS, LA DEMOLICIÓN DEL MANICOMIO DE LA CASTAÑEDA
Ahora, tuvimos que irnos como Marty McFly, al pasado para entender este presente de La Castañeda, uno donde se ha tomado la decisión de demoler el manicomio, que tanto tuvo que pasar para llegar a decir, ‘se acabó’.
En primera instancia, Os nos cuenta los planes para este adiós, una gira que no será como muchas bandas que solo la usan como medio de venta de boletos por la nostalgia y nunca se van y terminan haciendo más discos y giras. Esto va a incluir un magno show el 13 de septiembre en el Pepsi Center de la CDMX, de ahí un repaso por todas las ciudades que puedan en México y Estados Unidos, “tenemos grandes recuerdos porque hemos visto en todos estos lugares como ha crecido la escena, como los medios de repente se empezaron a abrir al rock, que en nuestros inicios era como el patito feo de los medios masivos de comunicación.
Somos parte de un movimiento integral en donde se consolidó todo el rock mexicano, aunque ya veníamos pisando sobre caminos que bandas muy importantes nos precedieron, que nos inspiraron y motivaron a hacer música propia, a hablar de nuestra condición de vida en nuestras ciudades, de nuestra comunidad y de nosotros mismos viviendo en México”.
A todos estos 35 años de locura en el rock nacional, Chava Moreno nos platica su visión a una despedida y cómo veía que iba pasando el tiempo y los fans apropiaron el concepto de La Castañeda, pero, por otro lado, muchos no salían del tema clásico de fiestas o la radio, que dicho sea de paso, parecen no salir de las mismas cinco rolas desde Órbita hasta hoy, Reactor.
“Básicamente es un acuerdo y yo lo concibo como un acto de gratitud. Es asumir un legado que se ha trabajado con tanto corazón, con tanta pasión, con tanta entrega y que merece por nuestra parte el ser dignificado, de ser llevado a la trascendencia. Para mí es una forma de ponerlo en un en un nicho atemporal, donde el legado de La Castañeda pueda ser también disfrutado y valorado.
Yo sé que tenemos muchísima gente muy fiel que nos ha seguido por muchos años, gente que conoce perfectamente todos los detalles del concepto, pero me doy cuenta también que hay muchas personas que solamente conocen los éxitos, que solamente conocen este aspecto de que era un manicomio. Pero es una banda muy extraña, fuera de serie, que no se han dado la oportunidad de ahondar en la parte poética, en los arreglos musicales, en toda la parte que fundamenta y que nutre toda esta construcción; porque hay mucho de investigación, mucho de bibliografía involucrada, hay mucho de autores y artistas que han aportado, intervenido y que han sido partícipes de todo esto y que, muchas veces la banda solamente ve el show por encima.
Es un acto también de desapego, tiene mucho que ver con el concepto y con la misma filosofía de la banda, somos una banda congruente con sus principios y queremos dar paso también a que la gente pueda paladear y degustar todo este legado y que la misma filosofía de la locura creativa se ramifique de algún modo tanto en nuestros proyectos personales como en el exhorto que implica hacia toda la gente que nos sigue, que ellos mismos manifiesten su locura creativa, impulsados por todo esto que hemos construido para ellos”.
Y tiene razón el buen Chava, muchas bandas como ellos (La Lupita, Cuca o Rostros Ocultos) quedan prisioneros de cierta manera ante las rolas más conocidas, por ello en festivales es común escuchar lo mismo una y otra vez, caso que cambio con algunos ya en shows en solitario. Esta es la visión de Chava sobre este difícil tema de que son más que las canciones que la mayoría conoce como “Cenit”, “Noches de tu piel” o “Transfusión” y no se adentra a conocer más:
“Mira en realidad yo creo que se valora, no es no es tanto la cantidad de canciones que puedan asimilar, es la calidad, la calidez con la que se acercan a nosotros. Hay personas que con una sola canción se han enganchado durísimo con la banda en temas personales íntimos muy profundos. Por ejemplo, me ha tocado encontrarme con muchas personas que mencionan acerca de “La Carta”, que es la primera canción que compusimos, que se grabó hasta el tercero o cuarto disco y que ha tenido una repercusión mucho más allá de nuestro campo visual, en cuanto a temas de recuperación de adicciones, gente que con esta canción me dice ‘Salí del hoyo de las de las drogas, salí de toda una dinámica de autodestrucción’.
Hay temas que son muy poderosos y que por sí mismos tienen esa gran capacidad y es lo que me apasiona mucho de todo lo que hemos hecho. Sé que hay mucho más de nosotros que la gente no ha podido asimilar, porque no somos una banda que esté tirada hacia la popularidad, sabemos que hay bandas mucho más populares, pero nuestra labor está más enfocada a la trascendencia que a la popularidad, son dos ámbitos muy distintos y cuando logras trascender en la parte íntima de una persona, ahí hay un gran impacto”.
A todo esto, Os nos platica el como La Castañeda puede tener dos vertientes vistas dentro de la misma banda, esto desde su concepción:
“Hay dos vertientes de como nosotros vemos La Castañeda, somos una banda de rock que tiene una formación en varias disciplinas artísticas, en ese entonces, estoy hablando de esos inicios. Venimos de trabajar con el mundo del teatro independiente, Chava como artista plástico, Omar y yo nos hemos inmiscuido también en otras disciplinas con la música, pero conviviendo con otras disciplinas como el musicalizar danza o incluso musicalizar algún cortometraje, así hacíamos desde los inicios.
Hemos visto cómo se ha desarrollado la escena, pero también como hay medios, como hubo revistas, fanzines, estaciones de radio que surgieron y crecieron con nosotros. Es una generación muy rica hablando de un cambio donde en México todo llegaba un poco. Hemos visto pasar desde hacer acetatos hasta ahora, tener la música en un dispositivo en un archivo digital.
También los discos y los temas se enfocan a ciertos aspectos en específico, lo que ahora se le conoce conceptual, somos una banda conceptual 100% y que no hemos perdido esa esencia y eso es lo que nos ha traído hasta ahora, tener fans de nuestra generación y tener fans jóvenes, entonces estamos como un fin de ciclo y una celebración de lo que hemos vivido con esta banda a través de 35 años”.
LA CONEXIÓN DE LA CASTAÑEDA CON SUS FANS AUNQUE FUERAN POCOS DISCOS DE ESTUDIO
Todo esto no importaría nada, absolutamente nada, si la gente no se hubiera identificado con las letras, la música y el concepto de La Castañeda desde sus inicios por esos años 90. A veces son héroes sin capa, mucha gente puede cantar sus temas sin saber quienes son físicamente, algo así como una apropiación cultural. Y Chava tiene una buena comparación de su arte musical con el plástico:
“Yo me identifico mucho con las historias de los pintores, porque es el otro lado de mi vida. Hay una labor silenciosa, una labor íntima a puerta cerrada que nadie ve, que estás tú en frente de un lienzo en blanco y que muchos pintores de pronto se han enfrentado a esa cuestión, después de cierto tiempo es cuando son descubiertos en su magnitud y hay una cierta analogía en La Castañeda con esta dimensión que viene después de un cierre de ciclo”.
Han sido 35 años de banda, de música y juntando lo conocido como La Castañeda son 10 discos entre los grabados en estudio y en vivo, pocos para la larga carrera y que, de 1989 a 1999 sacaron cinco discos: Servicios Generales I y II, El Globo Negro: Locus Niger, El Hilo de Plata y Trance.
¿A qué se debe esto? ¿Por qué de unos años a la fecha se paró mucho la producción de discos de la banda? Osvaldo nos platica con la verdad.
“En un principio estábamos muy dados a trabajar mucho en ensayo, nos veíamos diario. Había un hábito de trabajar constantemente en composición, pero esa composición llevaba detrás muchas pláticas, de muchos temas, buscábamos una esencia, no era muy ocurrente la forma de trabajar; era muy propositiva, con un objetivo específico y ver si valía la pena. De repente a La Castañeda desde un principio se le empezó a dar mucho salir a tocar, todavía no teníamos un disco oficial y muy temprano estuvimos invitados al Festival de Viena y luego, nos lanzamos para Estados Unidos allá a las tierras de California, y nos agarró un tour que empezó a llevarnos a muchos lados y nos subimos a ese tren.
Y ese tipo de vivencias en donde tuvimos mucho aprendizaje, también nos dejó poco tiempo para esas tardes de ensayo, para meternos al estudio por tiempo prolongado para bocetear otro disco. Al principio nos tocó empezar a tocar y viajar por todos lados, pero al mismo tiempo nos sacó esa inercia de nuestro hábito, de estar ensayando y de estar platicando qué temas podríamos abordar. Si fuera por rolas yo creo que hubiéramos hecho casi un disco por año, tendríamos 35.
Había aquí consensuarnos con mucho tiempo, si tú ves el Hilo de Plata o El Globo Negro, son discos que tienen un concepto, una historia a pesar de que son rolas sueltas, todas vienen de una referencia y hacer discos de esa manera no es rápido. Es todo un ritual que tiene una preproducción que requiere de tiempo, de pláticas, de investigación, de acuerdos, de propuestas y esas llegan y se transforman. Este rollo de las tocadas nos sacó de esa de esa disciplina, de ese hábito que teníamos en privado porque es como se trabaja para para planear un disco”.
Aquí entra también otro detalle, porque justo mencionan lo bien cuidado de todo el concepto, que se maneja detrás de cada una de las canciones, cómo llevan un hilo, y esto en realidad hace que los álbumes creados sean muy queridos por distintas razones por el mismo público. Cada quien dirá mi favorito es tal o tal, pero para Os y Chava nada como saber cuál es el disco que más pleno los dejó y por qué.
Esto es lo que nos dijo Chava: “Ah, qué buena pregunta, desde mi punto de vista porque aquí viene una quizá un pequeño complemento a lo que mencionaba Os que es muy cierto, pero sabes La Castañeda nos fue formando como banda y como individuos al mismo tiempo. Y como individuos, cada uno por este ejercicio de auto formación y de creación interna, también fuimos explorando cada uno distintos ámbitos, que nos impulsaba la misma dinámica a explorar nuestro propio interior.
De esa manera surgen proyectos alternos también dentro de la misma Castañeda. Acabo de estar en los archivos del manicomio de mujeres dementes del Divino Salvador donde ya había ido en otras ocasiones, y justo me encontré con el mismo historiador que consulté hace 35 años, y me brindó un plano del plan original de La Castañeda y entonces me di cuenta cómo estaban distribuidos todos estos pabellones y me vino una reflexión de que cada uno de nosotros somos como uno de estos pabellones. Estamos dentro de La Castañeda y a la vez cada espacio tiene su propio mundo interior, también esto sucedió con nosotros, se desarrollaron situaciones, necesidades y expresiones individuales dentro de la misma Castañeda y así surge por ejemplo pues todo el proyecto de producción de Peter Lab, Salvador y los Eones, otras situaciones que dentro de la banda son paralelas.
En el caso del disco que yo siento que quizás es menos valorado o menos degustado es La Doble Llama, el disco azul, que para mí es un disco favorito; al Globo Negro le tengo un amor increíble por todo lo que implica, es un disco que tendría que hablar todo un discurso sobre él, pero en esta Doble Llama que está inspirado en el libro de Octavio Paz, me refleja una situación de rolas tan importantes y creo que nunca han sido algunas tocadas en vivo como el caso de “Regina”.
Varios temas de ese disco para mí son muy importantes y no se lograron apreciar porque las rolas exitosas de La Castañeda de pronto se erigieron como una gran pared de que siempre las tenemos que tocar, no había espacio para incluir otras canciones y se fueron quedando. Entonces, al no ser tocadas se fueron volviendo como entidades obscuras ajenas dentro de la misma discografía”.
Del otro lado Osvaldo de León; uno de los tres fundadores de La Castañeda junto a Alberto Rosas y el ya fallecido, Edmundo Ortega; habla sobre todo lo previo a ser firmados con Culebra y unos acetatos que ninguno de los dos tiene en su colección personal.
“Pues mira, esta Llama Azul a un nivel de entendimiento y también de producción -ya que todo estuvo a cargo de nosotros- llegamos a un a un nivel en donde explotamos toda la experiencia que habíamos tenido en varios estudios y haciendo varios discos, creo que es importante por eso, pero si me quedo con un disco, sería Servicios Generales.
Incluso en el Servicio Generales, el acetato que la banda grabó con sus propios recursos y que grabamos en un día en un día porque el tiempo de estudio se nos acabó. Se ve la esencia de la banda, muy a flor de piel, todos conectados al mismo tiempo y contando ‘un, dos, tres, cuatro y va y no te equivoques’, así es ese disco. Porque luego viene el Servicios Generales 2 cuando somos firmados por Culebra y ya fuimos con tiempo a grabar al estudio, ya más en forma. Pero este primer disco, yo creo que es vital. Ese disco solo tuvo una maquila y ya no hay más, los que tengan ese acetato lo tienen y no existe otro y la Llama Azul de la que se refiere Salvador, hicimos un tiraje para presentarlo en el Teatro Metropólitan y solo se vendió ahí y luego ya no tuvo una edición más. De hecho, ese disco azul no lo tengo.
Fíjate cómo se hacían las cosas, hacíamos todo un disco para presentarlo, se vendía en ese momento y aparte nos quedábamos a firmarlo, no teníamos esa visión o esa ambición mercadológica, no estaba en nuestro radar actuar de esa manera, eso te dice mucho de la banda, qué es lo importante para nosotros y realmente, en la industria musical”.
La demolición de La Castañeda ha comenzado, no hay remordimientos y ni marcha atrás. Así que será la última vez de escucharlos y de ver el show como debe ser, bajo todo un concepto y sentimientos a flor de piel.