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Daniel Craig, el actor que hizo crecer emocionalmente a James Bond

Daniel Craig deja al personaje de James Bond en No Time To Die; su legado va más allá de 5 películas, pues le dio un crecimiento emocional al 007

Daniel Márquez

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Daniel Craig, James Bond - Skyfall

Si algo tiene la era Daniel Craig al frente del 007, es que desde Casino Royale le vimos un cambio bastante interesante a James Bond, ya que conocimos los orígenes del agente secreto más famoso del mundo, lo vimos atravesar la decepción amorosa y los riesgos de conseguir el ascenso a ser un doble cero y conforme llegaron las demás películas, le vimos un crecimiento mental y humano que no se le había visto en los casi 60 años que tiene la franquicia cinematográfica.

Primero, debemos remontarnos hasta el 2005, cuando EON Productions anunció que Daniel Craig fue elegido de una larga lista de nombres donde sobresalían Hugh Jackman, Clive Owen y Jude Law, por mencionar algunos, para encarnar a James Bond. Al principio, el actor que se iniciara en el teatro (como la mayoría de los actores europeos) rechazó el papel del agente 007 porque no podía leer el guión antes de tiempo, así que debió llegar Pierce Brosnan, el Bond que pasaba la estafeta, además de la promesa por parte de Barbara Broccoli de hacer un Bond con profundidad emocional.

No todo fue fácil para Craig una vez que ingresó a prestar servicio para su Majestad, pues los fans de esa época, cómo casi siempre sucedía cada que elegían un nuevo actor para el papel de Bond, armaron protestas por internet y rechazaban la idea de que Daniel fuera un 007. Las razones iban desde que no le conocían o no confiaban en su trabajo actoral, hasta porque era el actor de menor estatura y no cumplía con los estándares que impuso Ian Fleming en sus novelas, además, era rubio. ¿Cómo un James Bond iba a ser güerito?

Casino Royale, el comienzo de Daniel Craig

En ese momento, Daniel Craig sólo podía responder con trabajo, y lo hizo de la mejor manera, ya que su primer entrega, Casino Royale, cumplió con todas las expectativas que se venían gestando desde que la novela salió y que nunca, al menos canónicamente, había sido adaptada para el cine. En esta película, vimos el comienzo como tal de James Bond, un agente secreto que buscaba el ascenso a doble cero, pero que para lograrlo debió sufrir las inclemencias de la vida y el trabajo. Primero, se enamora de su contraparte femenina, Vesper Lynd, interpretada por Eva Green.

Daniel Craig en el set de Casino Royale
Daniel Craig en el set de Casino Royale. Foto: Facebook – JamesBond007LATAM

Por si fuera poco, estuvo al borde de la muerte, le rascaron el testículo derecho a reatazos de Le Chiffre, literal, perdió a Vesper y le rompieron su corazón aunque ahí comprobamos que para ser un 00 se debe sobrepasar cualquier momento de la vida, o al menos reprimir los sentimientos, como lo vemos al final de Casino Royale. “Ella ya está en el pasado”, le dice Bond a M. Al final, tenemos el primer acercamiento la corporación que tiene agentes en todo el mundo, incluída la CIA y el servicio secreto, cuando captura a Mr. White después de dispararle en la pierna y decir la icónica línea donde dice que su nombre es Bond, James Bond.

Casino Royale fue más que suficiente para calmar los ánimos y que todo el mundo quisiera a este nuevo 007 en el cuerpo de Daniel Craig, quien dicho sea de paso, se consideraba como un antihéroe por ser un asesino que trabaja para el lado bueno. Otro punto a su favor fue que entró al gimnasio y dieta para ser el Bond más musculoso que se haya visto en 60 años que tiene la franquicia. Plus, se ve cómo consigue el clásico automóvil del agente, el Aston Martin DB5, antes de ser arreglado por Q (cambiazo a la línea del tiempo de Sean Connery).

Quantum of Solace

Trás el éxito de su primer cinta, vino Quantum of Solace, una secuela directa de la primer película de Daniel Craig como James Bond, donde interrogará a Mr. White sobre la corporación de la cual Vesper fue víctima, aunque eso le costará al 007 ser “dado de baja” del MI6, mientras investiga las conexiones de Quantum (aunque en el fondo sabíamos que se trataba de Spectre). Aquí Bond tiene rabia contenida, la muerte de Vesper Lynd lo dejó iracundo, máxime al enterarse que el novio de Vesper en realidad sólo la utilizó para acercarse a Le Chiffre. La venganza permea el ser del 007, quien en su búsqueda por cumplirla, termina inmiscuido para desmantelar los planes de Greene Planet, una supuesta compañía preocupada por el ambiente aunque sólo querían petróleo y el derrocamiento del presidente de Bolivia.

Quantum of Solace es la cinta más corta en la historia de James Bond, quizá por lo mismo es considerada la peor, aunque la trama tampoco ayuda, simplemente sirve de trampolín para ver a Daniel Craig generar más sentimientos para el personaje, además de lidiar con ellos; así como tu o nosotros lo hacemos en la vida real. Eso es lo mejor del largometraje.

Skyfall, creciendo personal y emocionalmente a Bond

Después tenemos Skyfall, una vendetta personal de un ex agente del MI6 en contra de M, en ese momento aún interpretada por Judi Dench. Aquí, Bond genera una vez más el resentimiento, pues al principio de la película, cae herido a un río mientras intentaba capturar a un mercenario. La herida fue causada por una bala que disparó la agente Monneypenny (joya de introducción) por órden explícita de la directora.

Todo ese resentimiento, más la ira y decepción acumulada en los anteriores filmes, los debe guardar el Bond de Daniel Craig, para ayudar a su jefa. Craig hizo de este Bond algo más personal para los fans, pues a pesar de ser su jefa inmediata, guarda una especie de cariño casi maternal para con ella. Por eso puede “perdonarle” la órden de disparar a pesar de poner a Bond en riesgo inminente. Tan es así, que el 007 decide llevarla a la casa donde vivió en su infancia.

Daniel Craig y Judi Dench en Skyfall
M fallece en los brazos de James Bond, Skyfall. Imagen: Screenshot a película Skyfall

Una vez más, Bond debe lidiar con la muerte de un ser querido, aunque no lo exprese mucho, que esa es otra de las características de la era Daniel Craig, James se sigue mostrando un tipo duro, machista y por momentos, misógino, pero en soledad, es una persona que está lidiando con todos sus demonios, con sus problemas, con la responsabilidad si así le podemos llamar, de ser alguien que no se debe permitir ni un ápice de humanidad o de empatía por otra persona. Obviamente todo eso  va quedando de lado, pues la muerte de M le caló en lo más profundo de su ser y se nota cuando recibe el adorno del perro bulldog que la jefa del MI6 le dejó trás fallecer.

Pero, no todo es malo en cuestión de emociones encontradas, pues Bond por fin tiene amigos que no sean de la CIA (aguante Felix Leiter, un besito dónde quiera que esté), y es que vemos la entrada tanto de Moneypenny, quien deja de ser la eterna soñadora de estar con el 007, y de Q, quien se mantiene en la línea que dejó Desmond LLewelyn, un compañero de trabajo pero en el fondo, un amigo sincero en el que Bond puede confiar en cualquier momento. Eso sí, la forma en que se relacionan es más de sarcasmo y camaradería, que de esos amigos que se marcan cada navidad y se abren el uno con el otro. Se complementan en silencio, dejando claro que el manejo de emociones y sentimientos es la base de las películas con Daniel Craig al frente.

Spectre, la primera despedida

Viene Spectre, por fin nos dejamos de Quantums y le llamamos como siempre debió ser a la organización criminal liderada por Ernst Stavro Blofeld. Esta película es el comienzo del final, ya que todo comienza a conectarse con su pasado, el cual estaba intentando olvidar o simplemente ignorar. Primero acude con Mr. White, quien le revela que Quantum era sólo un pedazo de algo más grande, lo envía a proteger a su hija Madeleine Swann, y ahí descubren que realmente Spectre es quien ha estado detrás de todo, y su líder es un tal Oberhauser, que después será presentado con su nueva identidad, Blofeld (buena interpretación de Christoph Waltz, considerado el mejor Ernst de toda la historia).

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Léa Seydoux es Madeleine Swann en Spectre. Foto:Facebook – JamesBond007LATAM

¡Pum! Todo se le viene encima al Bond de Daniel Craig, el pasado con Vesper, las anteriores misiones, la decepción, la traición, la ira y la venganza. Sin quererlo, la Dra. Swann es la que más ayudará al 007 para sobrellevar y superar todas esas emociones, llegando al punto donde, una vez más, Bond cae rendido a las puertas del amor, aunque siempre con recelo por lo mismo que había vivido anteriormente. Sin embargo, esta vez parece ser todo real, esta ocasión parece que James Bond sentará cabeza, arreglará su cajón de asuntos personales sin resolver y podrá tener una vida en paz.

Se pensó que esta sería la última película de Daniel Craig al servicio secreto de su majestad, el cierre de Spectre dejó a más de un crítico y cientos de fans complacidos. Pero siempre se puede tener más del agente; los problemas emocionales no se superan tan rápido aún siendo parte de la ficción.

ALERTA DE SPOILERS

Las siguientes líneas traen tremendos spoilers de No Time To Die, ahora sí, la última cinta de Daniel Craig interpretando a James Bond, así que si aún no la ves, es mejor que cambies de página y leas nuestra reseña 100% libre de spoilers y te animes a ir al cine a ver el final de esta etapa que duró 5 películas y la culminación la gozarás como nunca.

No Time To Die: el adiós de Craig, Daniel Craig

Llegamos a No Time To Die, donde lo visto al final de Spectre nos da la idea que Bond por fin tendrá esa vida que al principio sólo imaginó en Casino Royale junto a Vesper Lynd. Aquí, James y Madeleine han llevado 5 años juntos, su relación va viento en popa y tras una estratagema de su amada, es llevado a Matera, Italia, lugar donde se encuentra enterrada Vesper, esto para que Bond diera punto final a ese ciclo, se perdonara y la perdonara. Algo muy terapéutico y que seguro los psicólogos aprobarían, sin embargo…

Bond es atacado y lo primero que piensa es que Madeleine lo traicionó, tras una persecución y escenas de acción, deja a su amada en el tren y se da la media vuelta, dando por terminada la relación. 5 años después, Bond regresa del retiro para investigar quién fue el responsable de que lo atacaran en Italia y sus sueños se desvanecieran por completo, una vez más. Al principio se cree que es Spectre pero resulta que no, por ello va con Blofeld para que le explique qué falló cuando éste lo intentó matar en una fiesta de la organización.

Daniel Craig y Christoph Waltz en No Time To Die
Bond interroga a Blofeld en No Time To Die. Foto: Twitter – @007

Su archienemigo le menciona que la respuesta está en Madeleine, quien por cierto, estaba acompañando a Bond en ese momento, y su secreto será la causa de todos sus padecimientos futuros. Blofeld tiene toda la razón, Madeleine es chantajeada por Lyutsifer Safin, un bioterrorista que después de matar a la madre de la doctora, éste le salva la vida cuando de niña quedó atrapada en el hielo, y eso porque sintió que ella lo necesitaba.

Bond se reúne una vez más con Madeleine, tras unos momentos de discusión, terminan en cuenta que ambos sienten lo mismo, por lo que deciden darse una nueva oportunidad, pero primero, deben lidiar con Safin, quien les está cazando pues ambos se interponen en sus planes. Esto no supondría mayor problema, Madeleine y James ya lo hicieron en Spectre, pero en ese momento no tenían una hija. Oh sí, el 007 de Daniel Craig debe ahora lidiar con el trabajo, una nueva oportunidad al amor y la paternidad.

El final de No Time To Die es la perfecta ejecución para que Daniel Craig se despidiera del personaje al que dio vida por 15 años, pues se enfrenta con Safin quien había raptado a Madeleine y su hija, todo parece ir bien, hasta que el villano, magistralmente interpretado por Rami Malek, le infecta con una enfermedad de nanobots los cuales buscarán el ADN en específico para asesinarle. O sea, si Bond toca a Madeleine o Mathilde, su hija, morirán frente a él y en sus manos.

¡Vaya conflicto poderoso! Bond le da final a Safin y hará explotar la isla que sirve como base de operaciones del villano. El tiempo corre en su contra, herido, decide subir a lo más alto de la base, comunicarse con Madeleine y darnos el momento más álgido de toda la era Daniel Craig. James Bond revela sus verdaderos sentimientos, en un lapsus de lucidez emocional, toma lo que para él es la mejor decisión en su vida, y logra liberarse de toda la pesadez de todo aquello que lo aquejaba sentimental, emocional y tal vez hasta mentalmente.

Daniel Craig como James Bond en No Time To Die
Escena de No Time To Die. Imagen: Screenshot tráiler No Time To Die

007 pide hablar con Madeleine, quien se encontraba a salvo gracias a la ayuda de Nomi, la antigua 007 antes que Bond regresará al servicio. Una vez que entabla comunicación, le dice que la ama, que él sabe que no hay tiempo de escapar de la inminente destrucción de la isla y que sabe que Mathilde tiene sus hermosos ojos azules.

Así es, la decisión de Bond es sacrificar su vida para que Madeleine, la mujer por la que de verdad dejó todo, y Mathilde, puedan vivir en paz, sin que nadie más las pueda lastimar, incluído él, que podría ser el momento egoísta del personaje, ya que de vivir, no podría acercarse a ellas nunca más. Sin embargo, el resultado final, es realmente el entendimiento del personaje sobre las otras cuestiones de la vida, sabe que de sobrevivir, sería un martirio para ambas partes el no poder si quiera abrazarse, sabe que la vida junto a Madeleine antes de los ataques fue lo más hermoso de su vida, y ver aunque sea unos días a su hija, han valido toda la pena.

“You have all the time in the world”

JAMES BOND A MADELEINE SWANN AL FINAL DE NO TIME TO DIE

El final también sirve para la despedida formal de Daniel Craig como James Bond, al morir el personaje ya no hay opción de que regrese para interpretar al agente 007. Pero sí deja en claro que James Bond es humano, que sabe en qué momento vivir y dejar vivir, en qué ocasión y con quiénes se puede abrir por completo, aunque eso le deje vulnerable. Nos hace ver que Bond ya no es más un simple macho que tira balazos, si no una persona con sentimientos, emociones, responsabilidades y fracasos, una persona como tu o yo, una persona que descubrió que a veces, el camino a la felicidad puede ser doloroso pero que vale la pena luchar por ella.

No queda más que agradecer a Daniel Craig, por 15 años, 5 películas, un sin fin de escenas épicas y sobre todo, aprender que todos, hasta el agente más prolífico en la historia del MI6, el 007 al servicio de su majestad, el reflejo de lo que pudo ser Ian Fleming, es capaz de lidiar con todo lo que representa la vida, desde la traición hasta el amor, desde la tristeza hasta la ira, la venganza y la redención, eso sí, con ayuda de los más cercanos, pues al final, todos tenemos una M, un Mallory, una Moneypeny, un Q o una Madeleine para sobrellevar los problemas que significa estar vivo, pues no hay tiempo para morir.

¿Qué, acaso no había quedado implícito que Bond murió al estallar la isla? (No duele, quema, lastima) Pero no te preocupes, James Bond regresará

https://www.youtube.com/watch?v=j9vGi9uz4cw

Periodista surgido de la Carlos Septién García, fotógrafo profesional. Se escribe de cine, deporte, y las bandas que son de cantabar pero llenan estadios.

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